Coaliciones irrumpen en la campaña política | El Nuevo Siglo
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Domingo, 24 de Septiembre de 2017
Redacción Política
La alianza López, Fajardo y Robledo es un banderazo para las restantes que se cocinan. Las listas multipartidistas al Parlamento todavía son una apuesta sin marco legal seguro

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Tras el alud en los últimos dos meses de candidaturas presidenciales por firmas, una nueva fase de la campaña electoral comenzó a configurarse esta semana.

Se trata de la primera coalición que se anuncia no solo de cara a la contienda por la Casa de Nariño, faltando escasos ocho meses para esa cita en las urnas, sino también frente a la puja por el Congreso, comicios que están a menos de seis meses. 

Los precandidatos Claudia López, de la Alianza Verde; Jorge Enrique Robledo, del Polo Democrático; y Sergio Fajardo, de Compromiso Ciudadano, anunciaron su alianza política y electoral.

Esta primera coalición pone de presente que, a diferencia de 2010 y 2014, en la competencia del próximo año las alianzas electorales multipartidistas se van a dar antes de la primera vuelta y no después de la misma, cuando por lo general lo que se produce son adhesiones de los aspirantes y colectividades  que no clasificaron a la segunda y definitiva cita en las urnas.

Quienes defienden las coaliciones sostienen que es un fenómeno político natural, más aún en una campaña con tantos candidatos, en tanto sus críticos advierten que su flanco débil radica en que la mayoría se basa en sumatorias de potenciales electorales y pura mecánica proselitista, sin que exista una integración o coherencia programática, ideológica y propositiva de fondo.

El banderazo

Más allá de ese debate, lo cierto es que la de López-Robledo-Fajardo no será la única coalición. Todo lo contrario, es el banderazo para otras que están cocinándose pero no se han concretado porque pese a que solo faltan ocho meses para la primera vuelta hay varios partidos en donde todavía no se ha definido la estrategia electoral.

Por ejemplo en el liberalismo el pulso entre los cinco precandidatos (si es que Viviane Morales no es forzada a dar un paso al costado) no se sabe si se resolverá en una consulta popular abierta el próximo 19 de noviembre o si tendrán que esperar hasta el 11 de marzo, el mismo día de las elecciones parlamentarias. Como se sabe, mientras el exjefe negociador Humberto De la Calle es partidario de realizar la selección del candidato rojo este año, precandidatos como el senador Juan Manuel Galán prefieren marzo.

En el uribismo, entretanto, el expresidente y senador ya anunció que, a más tardar, ese 19 de noviembre estará escogido su candidato, ya sea por una consulta pulular ese día o por una fórmula de consenso antes de dicha fecha.

Los conservadores, a su turno, también informaron a la  Registraduría que podrían realizar una consulta popular el 19 pero lo cierto es que tras la renuncia de Marta Lucía Ramírez a la colectividad y su decisión de lanzarse por firmas, solo le quedan dos precandidatos (Ubeimar Delgado y Rubén Darío Lizarralde), pero no se cree que terminen sometiéndose a las urnas.

Tanto los anteriores como los precandidatos por firmas Germán Vargas Lleras (líder en las encuestas), Ramírez, Alejandro Ordóñez, Clara López, Gustavo Petro, Juan Carlos Pinzón y otros aspirantes más admiten que será necesario integrar coaliciones multipartidistas antes de la primera vuelta. Lo que no está claro es quién con quién.

El ajedrez

En ese orden de ideas son muchas las hipótesis sobre  otras coaliciones multipartidistas a concretarse antes de la primera vuelta, ya sea por consenso entre los precandidatos o sometiéndose a consultas populares  interpartidistas el mismo día de los comicios parlamentarios.

Por ejemplo, se cree que el candidato uribista, Ramírez y Ordoñez irían a una consulta interpartidista en marzo y de allí saldría el aspirante único de la alianza.

También se afirma que a Vargas Lleras, aún antes de la primera vuelta, se le podría estar sumando Pinzón, al igual que varios congresistas de La U y el partido Conservador, ya que la primera colectividad no tendrá aspirante propio y, la segunda, no cuenta hoy con un nombre fuerte para competir.

Aunque hay quienes sostienen que una coalición muy fuerte sería la de Vargas y el uribismo (cuyos precandidatos aparecen abajo en las encuestas), no se ve mucha posibilidad de que esta se dé antes de la primera vuelta.

Por los lados de los liberales,  una vez solucionen su pleito interno empezarán a pensar en la respectiva coalición multipartidista. De la Calle ha querido acercarse al triunvirato de López, Robledo y Fajardo, aunque estos dieron a entender que, por ahora, la competencia será entre ellos tres y solo después de la primera vuelta, en caso de clasificar a la segunda, ampliarían esa alianza.

Otros liberales también están confiados en avanzar una alianza con Clara López pero concretarla no será fácil pues ella supera a los precandidatos rojos en la mayoría de las encuestas. De igual manera las toldas rojas siguen esperando que Santos ordene a La U sumarse al candidato de los liberales para concretar una posible coalición oficialista.

Queda por definir qué hará Petro, pues pese a ser el candidato más fuerte de la izquierda no está en la coalición López-Robledo-Fajardo y difícilmente haría alianza con los liberales y La U. Algunos lo ven más cerca de plantear una coalición con Clara López, con quien ya fue fórmula en 2010.

Listas multipartidistas

El anuncio de la coalición López-Robledo-Fajardo vino acompañado de la segunda noticia política de la semana: la disposición del triunvirato a lanzar una lista única al Senado.

Se trata, sin duda, de un paso que revoluciona el escenario proselitista. En la llamada “reforma de equilibrio de poderes” se aprobó este tipo de alianzas entre partidos pequeños, pero no se ha reglamentado. Y ahora, en el proyecto de reforma política y electoral (que se tramita bajo la modalidad de ‘fast track’) también se busca viabilizar las coaliciones multipartidistas en listas al Congreso, también limitándolas a colectividades y movimientos pequeños.

Verdes y Polo tienen hoy 10 escaños en el Senado y es claro que si suman al fajardismo en una lista fuerte podrían superar ese rubro y volverse un bancada más decisiva en el próximo legislativo.

Las Farc (con 10 curules ya aseguradas) no optarían por una coalición, aunque algunos sectores ven posible incorporar en sus listas a la Unión Patriótica o al sector de la precandidata Piedad Córdoba.

Los otros presidenciables, sobre todo por firmas, no han dicho si tendrán listas al Congreso propias, por lo que es poco lo que se puede adelantar sobre eventuales listas interpartidistas.

Sobre los partidos más grandes hay, como se dijo, dudas sobre la viabilidad legal de tales coaliciones electorales. Hipotéticamente la alianza de dos partidos fuertes, por ejemplo Cambio Radical y Centro Democrático, podría redundar en una lista interpartidista capaz de poner 40 curules en Senado. La fusión de planchas de La U y los liberales podría superar las 30…

Sin embargo, por el momento este tema de las coaliciones interpartidistas para listas al Congreso  aparece muy crudo. Para el caso de los partidos grandes, se ven más viables las alianzas ya con el Parlamento elegido y los bloques que se conformen a partir de las presidenciales, la instalación del nuevo Congreso y el arranque del gobierno. 

Como se ve, la campaña tomó esta semana un rumbo previsible, el de las coaliciones. Ya va la primera, pero no será la única. Sólo cuando estén conformadas se podrá visualizar cuál sector ganó o perdió más.

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