El fabricante estadounidense de automóviles Chrysler, filial del italiano Fiat, anunció que accederá al pedido de la Agencia de Seguridad Vial (NHTSA) de EEUU que le pidió llamar a revisión a 2,7 millones de vehículos 4x4 de la marca Jeep a causa del riesgo de incendios.
Chrysler y la NHTSA "resolvieron su diferendo" y el constructor "hará una campaña voluntaria para los vehículos en cuestión" que permitirá una "inspección visual" y, en caso que sea necesario, modificaciones en la estructura de la parte trasera, indicó la firma en un comunicado.
Chrysler había sostenido una pulseada a inicios de mes con la NHTSA, que le pedía llamar a revisión a vehículos Jeep Grand Cherokee de los modelos de 1993 a 2004, así como del Jeep Liberty 2002 a 2007.
En su carta al fabricante, la NHTSA señalaba "numerosos casos de fallecimientos y lesiones" provocados por incendios del depósito de gasolina luego de colisiones a la parte trasera de estos vehículos.
Chrysler señaló en ese momento "no estar de acuerdo con las conclusiones de la NHTSA" y "no tener intención de llamar a los vehículos concernidos".
Este martes la marca dijo que "estos vehículos no están defectuosos y están entre los más seguros de su categoría".
"Sin embargo, Chrysler reconoce que el asunto creó preocupación entre sus clientes y quiere tomar medidas, en coordinación con la NHTSA, (...) para mejorar la seguridad de sus vehículos", añadió el comunicado./AFP