El Parlamento de Chipre rechazó de forma contundente el plan de rescate financiero acordado con la troika (UE-BCE-FMI), que preveía importantes gravámenes a los depósitos bancarios, y que queda ahora en el aire a la espera de una renegociación.
"El proyecto ha sido rechazado", anunció el presidente del Parlamento, Yiannakis Omirou, tras calificarlo poco antes de "chantaje".
El plan fue rechazado con 36 votos en contra, 18 abstenciones y ninguno a favor. El partido DISY (centro-derecha) del presidente Nicos Anastasiadis decidió abstenerse.
El resultado de la votación fue recibido con una explosión de júbilo entre los miles de manifestantes reunidos ante el Parlamento.
"Chipre pertenece a su pueblo", "El pueblo unido jamás será vencido", gritaba la muchedumbre. "Como somos pequeños, creían que podían hacernos esto. Pero Chipre no quiere ser la cobaya de Europa", dijo Stefanos Angelidis, un desempleado de 28 años.
El plan rechazado por el Parlamento preveía, a cambio de un rescate de 10.000 millones de euros de la zona euro y el FMI, un impuesto de 6,75% sobre los depósitos bancarios de entre 20.000 y 100.000 euros, y de 9,9% por encima de ese umbral.
Antes de la votación se decidió exonerar del gravamen los depósitos inferiores a 20.000 euros, lo que no bastó para convencer a los 56 diputados del país, que cuenta sólo con 1,1 millones de habitantes y representa apenas el 0,2% del PIB de la Eurozona.
El objetivo de la medida era aportar a las arcas del Estado chipriota 5.800 millones de euros, en el marco del rescate internacional.
"Esta decisión no es más que un asalto a los depósitos bancarios (...) Debemos pedir que se renegocie este acuerdo. Si aprobamos ese gravamen, los inversores extranjeros no mantendrán su dinero aquí", dijo Yiannakis Omirou a la cámara poco antes de la votación.
Para el diputado Marios Garoyian, el texto era "un crimen premeditado" y "una forma de esclavismo económico", destinado a obligar a Chipre a romper sus vínculos con Moscú y Pekín, para permitir a otros que echen mano a las reservas gasíferas descubiertas recientemente en aguas chipriotas.
Jeroen Dijsselbloem, jefe del Eurogrupo, el foro de ministros de Finanzas de la Eurozona, declaró que ésta "reitera su oferta" formulada el lunes, que consiste en no gravar los depósitos inferiores a 100.000 euros. Eso sí, la recaudación debe ser la misma prevista inicialmente, 5.800 millones.
Según un responsable de la Eurozona, los países de la moneda única esperan de Nicosia una "contrapropuesta".
Anastasiadis tenía previsto hablar este martes por la noche con la canciller Angela Merkel. Su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, entró rápidamente en el debate diciendo que "lamenta" la decisión del Parlamento, y advirtiendo que no se deben tomar "decisiones irracionales e irresponsables" para resolver la crisis.
El presidente chipriota tuvo también la noche del martes una entrevista "constructiva" con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, quien la víspera criticó duramente un proyecto que golpeará en primer lugar a las numerosas fortunas rusas con depósitos en la isla mediterránea.
Precisamente, el miércoles el ministro chipriota de Finanzas, Michalis Sarris, negociará en Moscú la extensión hasta 2020 de un préstamo de 2.500 millones de euros que vence en 2016, y la reducción del tipo de interés, actualmente de 4,5%, según detalló la prensa local.
Por su lado, el Banco Central Europeo reiteró que facilitará "toda la liquidez necesaria" a los bancos de la isla, donde se teme que los clientes se apresuren a retirar sus depósitos en cuanto las entidades reabran el jueves.
Según la prensa chipriota, el gobierno de Nicosia va a renegociar ahora los términos del acuerdo con la troika de acreedores (Comisión Europea, BCE y Fondo Monetario Internacional), para captar los 5.800 millones de euros exigidos en contrapartida del plan de rescate internacional.
Entre las opciones que se barajan, Chipre se plantea una emisión de obligaciones, una reestructuración de su sistema bancario, hipertrofiado, o intentar atraer más inversiones rusas, según la prensa.
La situación de incertidumbre se trasladó a los mercados financieros. En Europa, las principales bolsas cerraron con pérdidas moderadas poco antes de la votación en Nicosia: Fráncfort cayó 0,79%, París 1,3%, Londres 0,26% y Madrid 2,2%.
Wall Street, en cambio, cerró sin dirección clara, dudando entre el nerviosismo por Chipre y los buenos datos de la economía estadounidense. El Dow Jones ganó 0,03% y el Nasdaq cedió 0,26%.
El euro, mientras tanto, caía en su cotización a 1,28 dólares.
AFP