El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llega este viernes a Costa Rica para discutir por primera vez cara a cara con todos los mandatarios de Centroamérica la viabilidad de la sangrienta guerra contra el narcotráfico, detonante de la violencia en la región.
Obama arriba a comienzos de la tarde desde México, donde realizó una visita de 24 horas centrada en el comercio, la seguridad y las migraciones, los mismos tópicos de la cita en la capital costarricense.
El jueves en la capital azteca, el presidente de Estados Unidos dio su acuerdo para "continuar nuestra estrecha cooperación en materia de seguridad, incluso si la naturaleza de esa cooperación va a evolucionar".
Obama culminaba este viernes su etapa en la megalópolis mexicana con una visita a la joya de la cultura de ese país, el Museo Nacional de Antropología, para luego partir hacia la pequeña San José, ya paralizada por las medidas de seguridad adoptadas por la visita presidencial.
En la capital costarricense, Obama asistirá a la cumbre con los presidentes del Sistema de Integración Centroamericano (SICA), del que también es miembro República Dominicana, tras una reunión bilateral con la anfitriona Laura Chinchilla.
Sin el peso económico de México, donde Obama también acordó con el presidente Enrique Peña Nieto poner al comercio en el centro de la relación bilateral, Centroamérica espera lograr un mayor compromiso en la lucha antidrogas y pedir mejores condiciones para sus cinco millones de migrantes que viven en Estados Unidos.
En su primer viaje a América Latina desde su reelección de noviembre, el gobernante estadounidense aterrizará en la zona sin conflicto bélico más violenta del planeta, por donde pasa el 90% de la cocaína que va de Sudamérica a Estados Unidos, principal consumidor mundial.