Tres presuntos agresores de un periodista radial boliviano, que fue rociado con gasolina y quemado mientras estaba al aire en su programa y denunciaba hechos de corrupción, quedaron en prisión este miércoles, en tanto el gobierno descartó móviles políticos en el atentado.
La justicia ordenó "detener preventivamente" en una cárcel de Yacuiba, donde ocurrió la brutal agresión, a tres personas con "indicios suficientes de participación (...) en los ilícitos de allanamiento, lesiones graves y tentativa de homicidio".
En medio del ataque, Vidal "reconoció a uno de los cuatro individuos que cometió el hecho", dato que permitió a la policía detener a los autores, afirmó Kinn Vidal, hijo del comunicador.
Un cuarto involucrado fue capturado este miércoles por la policía de Yacuiba, informó el fiscal Fernando Castillo mientras las autoridades buscaban a otros dos supuestos implicados en condición de autores intelectuales del ataque en Yacuiba, población fronteriza con Argentina, con abundante comercio.
El juez del caso, Fabián Gareca, explicó a periodistas tras la audiencia de medidas cautelares que los detenidos estarán incomunicados unos de otros "para no contaminar" las pruebas.
Vidal, un veterano periodista local, de 70 años, que se inició en la radio a los 14 años, es una personalidad reconocida en Yacuiba donde fue alcalde y dirigente cívico.
Propietario de Radio Popular, el comunicador difundía a diario "un programa donde la gente iba y transmitía sus necesidades y a veces hacían denuncias", dijo Juana de Vidal, esposa del agredido.
Radio Popular es una de las más escuchadas de Yacuiba y estaba emplazada en medio de un mercado popular de abasto desde donde "daba micrófono a los menos afortunados", según su esposa.
En la radio, un emprendimiento familiar, trabajaban además su hija y su yerno, Esteban Farfán, que sospecha que el ataque habría provenido de "grupos de poder locales".
"No creo que haya venido del gobierno de (el presidente) Evo Morales", indicó. La esposa de Vidal pidió ayuda del gobierno para esclarecer el hecho y dijo que el mandatario boliviano "es un amigo de la familia".
Vidal entrevistaba a dos comerciantes que denunciaban atropellos de los agentes aduaneros en la frontera con Argentina cuando fue atacado por desconocidos. El agredido se recupera en un hospital de Santa Cruz (en el este del país) de quemaduras en su rostro y el 40% de su cuerpo.
A pesar de las quemaduras, Vidal "está lúcido, consciente y se comunica bien", dijo Hugo Rodriguez, médico de la clínica Santa María, en la ciudad de Santa Cruz (este del país).
Desde el gobierno, el ministro de Gobierno (Interior), Carlos Romero, sostuvo que "se ha descartado que hayan móviles políticos" en la brutal agresión.
"Hay otros elementos que ha ido colectando la Policía que nos han permitido descartar la hipótesis de que haya móviles políticos en ese hecho criminal", dijo Romero en una declaración en la casa de Gobierno de La Paz.
La población de Yacuiba y el sindicato de periodistas se manifestaron el martes a las puertas de la sede de la policía local exigiendo justicia y el esclarecimiento de los hechos.
Mientras, los familiares del comunicador iniciaron una campaña para recaudar dinero para la curación que costará "unos 1.000 dólares por día", dijeron. Los médicos no informaron aún cuándo darán el alta a Vidal, que está fuera de peligro. Junto a Vidal recibió también quemaduras por el ataque una operadora de la radio.
El hecho generó condenas de organizaciones internacionales, como la Sociedad Interamericana de la Prensa (SIP), Amnistía Internacional y Naciones Unidas, que pidieron al gobierno boliviano aclarar el hecho y a la justicia sancionar a los responsables.