Brasil triunfó en el Mundial de natación en piscina corta con las victorias de Felipe França en la final de 100 metros braza y la de su equipo masculino del relevo 4x50 metros estilos.
En ese último también estaba França, acompañado de Guilherme Guido, Nicholas Santos y Cesar Cielo. El cuarteto acabó con un tiempo de 1:30.51, superando a Francia (1:31.25), plata con un equipo donde figuraba Florent Manaudou.
El bronce fue para Estados Unidos, que acabó en 1:31.83.
Brasil se convirtió en el primer campeón del mundo de la historia en esta distancia, que forma parte por primera vez del programa del Mundial de piscina corta.
França redondeó su jornada poco después con un nuevo oro, en la prueba de 100 metros braza.
El nadador sudamericano terminó la final con un registro de 56.29, con lo que pudo superar en la lucha por el título al británico Adam Peaty, plata con 56.35, y al francés Giacomo Perez-Dortona, que sorprendió colgándose el bronce (56.78).
Con sus dos oros, França añade más metales a su brillante palmarés, donde ya tenía éxitos como los oros conseguidos en 50 metros braza en el Mundial de piscina corta de Dubái-2010 y en piscina larga de Shanghai-2011.