El Banco Central de Brasil anunció este miércoles un nuevo paquete de medidas para estimular el crédito e inyectar liquidez en la deprimida economía brasileña, informó el organismo, a dos meses de las elecciones presidenciales.
El Banco flexibilizó nuevamente el nivel de encaje (reservas que se les pide a los bancos para inmovilizar como respaldo).
La modificación permite que hasta 60% del encaje para depósitos a plazo sea cubierto con operaciones de crédito. Antes era de 50%.
Según el organismo, este cambio disponibilizará unos 10.000 millones de reales (unos 4.500 millones de dólares), que los bancos podrán destinar a créditos.
La medida complementa una similar de julio pasado que liberó 30.000 millones de reales (unos 13.600 millones de dólares) según el Banco.
El objetivo de este nuevo anuncio es "dar continuidad a la medidas de distribución de liquidez en la economía", dijo la entidad en una nota.
En julio pasado la institución dijo que los encajes bancarios pasaron de unos 87.000 millones de dólares en el 2009 a casi 182.000 millones de dólares en la actualidad, con un alza de 22.400 millones en los últimos 12 meses, lo que les daba base para ese cambio.
En otra medida, el Central también redujo a 75% un índice de ponderación de riesgo sobre la cantidad de capital que los bancos necesitan tener para cubrir sus créditos minoristas.
Antes, el índice alcanzaba hasta 150%.
Esta medida podría liberar otros 15.000 millones de reales (unos 6.800 millones de dólares al cambio actual).
Las medidas buscan inyectar liquidez y estimular el desempeño de la alicaída economía brasileña.
El país suramericano atraviesa su cuarto año consecutivo de crecimiento moderado tras la fuerte alza de 7,5% en 2010 y apenas 2,7% en 2011, 1% en 2012 y 2,5% en 2013.
Pero Brasil también enfrenta un alza en la inflación. Por eso, el Banco Central elevó la tasa de interés desde el histórico 7,25% de abril del año pasado al actual 11%.
Sectores productivos han criticado este incremento alertando que afecta el desempeño de la economía.
Con más de 200 millones de habitantes, Brasil ha basado parte de su crecimiento de la última década en el consumo de su clase media.
También este miércoles el ministro de Hacienda, Guido Mantega, anunció una medida para facilitar a la población la compra financiada de inmuebles.