En la última Encuesta de Percepción y Victimización, aplicada por la Cámara de Comercio de Bogotá (CCB), se destaca un aumento en los indicadores de victimización y de percepción, principalmente en la calle y en el transporte público y refleja un posicionamiento del Plan Cuadrante, bien calificado.
La encuesta realizada durante los cuatro fines de semana de junio y el primero de julio de 2013 (entre el 7 de junio y el 7 de julio) a 8.605 ciudadanos demuestra que en cuanto a la conflictividad el 41 por ciento fue víctima de alguna situación que afectó su convivencia, principalmente por reuniones ruidosas, basuras y riñas. Los mayores indicadores se registraron en Los Mártires, San Cristóbal, Rafael Uribe y Teusaquillo.
Las situaciones más comunes fueron reuniones ruidosas (38 por ciento), que arrojen las basuras en un sitio público (32 por ciento) y riñas (25 por ciento).
El indicador de victimización aumentó 6 puntos respecto a la medición de 2012, pasando del 32 por ciento al 38 por ciento. El 14 por ciento fueron víctimas directas y el 24 por ciento señaló que algún integrante de su hogar lo fue.
Los habitantes de La Candelaria (24 por ciento), Teusaquillo (17 por ciento), Antonio Nariño (17 por ciento), Rafael Uribe (17 por ciento) y Santafé (16 por ciento) reportaron los indicadores de victimización directa más altos. Mientras que en Barrios Unidos sólo el 8 por ciento de los habitantes señaló haber sido víctima de un delito.
El hurto afecta al 77 por ciento de las víctimas directas. El celular es el objeto más robado (35 por ciento).
Más de la mitad de los delitos fueron cometidos con violencia, emplearon principalmente armas blancas (60 por ciento) y armas de fuego (19 por ciento). Según las víctimas, el 50 por ciento de los delitos ocurrieron en la calle y 19 por ciento en el transporte público.
En cuanto a la denuncia, el 34 por ciento de las víctimas directas denunció el delito, de ellos, el 58 por ciento no quedó satisfecho con el proceso, porque los funcionarios no hicieron lo suficiente (32 por ciento), o no se interesaron por su caso (26 por ciento).
En La Candelaria, Chapinero y Santafé fueron reportados los mayores niveles de denuncia (superan el 45 por ciento). Mientras que en Barrios Unidos y Los Mártires los indicadores estuvieron por debajo del 25 por ciento.
Respeto a la percepción de inseguridad, el 47 por ciento de los encuestados considera que la inseguridad en el transcurso del año ha aumentado en Bogotá. Respecto a la medición del primer semestre de 2012, este indicador pasó de 38 por ciento a 47 por ciento.
La Candelaria, Santafé, Antonio Nariño, Chapinero y Rafael Uribe registraron los niveles de percepción de inseguridad más altos, superan en 10 puntos el promedio de la ciudad.
Los encuestados indicaron que la inseguridad ha aumentado en mayor proporción en el transporte público (46 por ciento) y en las calles (37 por ciento).
En general, los ciudadanos señalan que el deterioro de las condiciones de seguridad se debe a que en la ciudad existe una mayor presencia de delincuencia común, pandillas y habitantes de la calle.
Según los encuestados los delitos que más les preocupan son el hurto a personas (37 por ciento), el homicidio (15 por ciento) y la venta y consumo de drogas (15 por ciento).
Sólo uno de cada 3 encuestados considera que el barrio donde vive es seguro. Los habitantes de Chapinero lo perciben en mayor proporción (58 por ciento).
De los programas de seguridad de la Administración distrital, el Nuse 123, es conocido por el 93 por ciento de los encuestados, de los cuales el 40 por ciento considera que contribuye a mejorar la seguridad en la ciudad. El 30 por ciento de los encuestados llamó al 123, de éstos el 50 por ciento principalmente por motivos de seguridad y 22 por ciento por temas de convivencia.
Mejora la policía
El 49 por ciento de los encuestados que acudió a la Policía calificó como bueno el servicio prestado. La principal razón fue la atención rápida y efectiva. La Candelaria obtuvo la mejor calificación (75 por ciento).
El 70 por ciento de los encuestados conocen el Plan Cuadrante, y se enteraron de él a través de noticias (35 por ciento) y por haber sido visitados por la Policía (31 por ciento).
Así mismo, el 70 por ciento de quienes conocen el Plan considera que la llegada del Policía de Cuadrante mejoró el servicio y las condiciones de seguridad en el barrio, además generó mayor acercamiento entre la institución y la comunidad.
En este sentido, la presidente de la CCB, Mónica de Greiff, rechazó los actos de violencia ocurridos en la última semana asociados a riñas entre hinchas de equipos contrarios que han terminado en el homicidio de dos personas.
Hay que “definir y fortalecer nuevos mecanismos de aproximación respecto al Sistema de Inspección Vigilancia y el control del espacio público y el transporte, recogiendo los factores de éxito en el desarrollo de eventos culturales o deportivos, los cuales según los ciudadanos tienen mejor precepción de seguridad”, manifestó.
Aunque los indicadores de homicidios bajan con regularidad, la percepción de los habitantes de la capital aumenta principalmente en la calle y en el transporte público.
Seis premisas para mejorar
• La presencia de grupos delincuenciales es el principal factor asociado a la percepción de inseguridad de los bogotanos y el Plan Cuadrante es un programa altamente conocido y valorado por la ciudadanía. En este sentido, es necesario armonizar las acciones de política distrital y el Plan Cuadrante, con el fin de potencializar el conocimiento integral de la zona, identificar los grupos delincuenciales, fortalecer los mecanismos y escenarios de participación ciudadana y presentar estrategias institucionales y resultados obtenidos para disminuir la delincuencia en la zona.
• Teniendo en cuenta el aumento de la victimización en 6 puntos, concentrada en el hurto de celulares, empleando violencia y cometida en el barrio de la víctima, la CCB reitera la importancia de:
Establecer una estrategia para la judicialización efectiva de redes criminales vinculadas a este delito con resultados contundentes a corto plazo.
Evaluar los compromisos de los operadores de telefonía móvil respecto a la verificación de equipos.
• Fortalecer la difusión que promueva el conocimiento y el acceso al sistema de justicia, en particular a la denuncia.
• El espacio y el transporte público siguen siendo los escenarios donde se registra la mayor victimización, los más altos niveles de percepción de inseguridad y de conflictividad en la ciudad. Por lo tanto, es preciso:
Definir nuevos mecanismos de aproximación respecto a la vigilancia y el control, recogiendo los factores de éxito en el desarrollo de eventos culturales o deportivos, los cuales según los ciudadanos tienen mejor precepción de seguridad.
Mejorar la calidad de la información a fin de comprender la magnitud de los hechos que ocurren en el sistema de transporte de la ciudad y proponer estrategias concretas y públicas que permitan mejorar las condiciones de seguridad.
• Es necesario realizar una evaluación e intervención del Nuse 123, para ser reposicionado y para garantizar la coordinación con otras estrategias existentes como los teléfonos de los cuadrantes.
• Presentar y promover la aprobación el Código Nacional de Policía y Convivencia en el Congreso.