El BCE tiene la "responsabilidad" de intervenir en los mercados de deuda, señaló ayer su presidente Mario Draghi, tres días antes de que revele su plan para atajar la crisis de la Eurozona, que puede incluir la compra de bonos, muy esperada por Italia y España.
Draghi "defendió el programa del BCE de compra de bonos a corto y mediano plazo (de hasta tres años) en los mercados secundarios", ante el Parlamento Europeo en Bruselas, aduciendo que la entidad con sede en Fráncfort tenía "la responsabilidad" de intervenir en tiempos de crisis, dijo un eurodiputado a la AFP.
Las declaraciones avivaron las expectativas de que el jueves el presidente del BCE anuncie un nuevo plan de compra de deuda pública para rebajar la presión sobre Italia y España, que pagan tasas muy elevadas para financiarse en los mercados.
El ministro español de economía, Luis de Guindos, consideró que el BCE "actuará en consecuencia" frente a la crisis del euro.
Draghi ya dijo que "podía intervenir en el mercado secundario" comprando deuda de los países más débiles de la zona euro, como España e Italia, recordó el ministro.
Francia, la segunda mayor economía de la zona euro, apoya esta idea, ante el enorme desfase entre las tasas a las que se financia Alemania, percibido como el emisor más fiable, y otros países como España o Italia, cuarta y quinta economías del bloque.
Pero Alemania se opone. Su ministro de Finanzas, Wolfgang Schauble, reafirmó la posición de Berlín de que las "deudas de los Estados no deben ser financiadas por el BCE".
España ha dicho en repetidas ocasiones que quiere examinar "las medidas no convencionales" del BCE antes de pronunciarse sobre una solicitud de rescate, lo que ya se da por hecho después de que la Eurozona acordara un plan de asistencia de hasta 100.000 millones de euros al sector bancario español.
Ayer, también acudieron al Parlamento Europeo los comisarios de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, de Mercado Interior y Servicios Financieros, Michel Barnier, y de Competencia, Joaquín Almunia.
La idea es definir una hoja de ruta de uno de los pilares de la nueva arquitectura europea: la unión bancaria, con la creación de un supervisor bancario único. La Comisión Europea quiere que el BCE tenga el papel clave de supervisar a todas las entidades de la Eurozona, pero Alemania prefiere darle a Draghi sólo el control de los grandes bancos, considerados sistémicos.
"Tengo mis dudas de que esto (la supervisión bancaria) pueda llegar tan rápido" dijo Schauble.
La Comisión Europeaquiere presentar una propuesta de unión bancaria el 12 de septiembre, el mismo día en que su presidente, José Manuel Barroso, pronunciará un discurso sobre el Estado de la Unión.
Acelerar la supervisión bancaria bajo la égida del BCE es fundamental para España. Una vez que el instituto monetario tenga control sobre los bancos de la Eurozona, estos podrán ser rescatados directamente, evitando engrosar la deuda de los países.
Hundida en la recesión y el desempleo, España debe cumplir además la meta de reducir su déficit hasta un 6,3% del PIB en este año y un 2,8% en 2014.
Sobre todo en momentos en que la presión aumenta sobre el presidente del gobierno Mariano Rajoy para que solicite cuanto antes un rescate financiero "blando" del BCE, ante los pesados vencimientos de deuda a los que deberá hacer frente en octubre y la desastrosa situación de sus cuentas nacionales y autonómicas.
"Los europeos no pueden ni deben dividirse entre ganadores y perdedores. O ganamos todos o perdemos todos", advirtió Rehn.
No podemos permitir que se extienda la idea de que algunos ganan a costa de otros. Pero "desafortunadamente ya vemos algunas inquietantes señales de que eso es lo que está ocurriendo", añadió.