La visita del presidente Barack Obama a México y Costa Rica -en este último país se reunió con los presidentes centroamericanos- es de vital trascendencia para la potencia del Norte. Sexto viaje a la región desde su llegada a la Casa Blanca en 2009.
Sin duda el mandatario norteamericano sabe la importancia de estrechar las relaciones con una zona que es fundamental en aspectos como seguridad, y para impulsar el progreso en el hemisferio. Tema clave de su agenda el de los indocumentados en EE.UU. que emigraron de estos países. En México se acordó con el presidente Enrique Peña Nieto seguir en las acciones contra los carteles de la droga, mediante nuevas estrategias orientadas a colaboración para la seguridad. La visión del Presidente mexicano es hacia la prevención.
En general, el periplo del presidente Obama a América Latina es una muestra del interés de la Casa Blanca en mantener firmes lazos y presencia, donde varios países están en la onda socialista contestataria y hostil hacia EE.UU. De manera que la Casa Blanca debe mantener influencia activa en Latinoamérica y fortalecer los vínculos y la democracia en esta parte del mundo.