Los astronautas estadounidenses Tom Marshburn y Chris Cassidy completaron este sábado una caminata espacial de emergencia para reemplazar una bomba en el sistema de alimentación de la Estación Espacial Internacional (ISS) para detener una fuga de amoniaco, según la televisión de la NASA.
La reparación, iniciada a las 12H44 GMT, fue completada con éxito una hora antes de lo previsto, a las 18H14 GMT, cinco horas y media después de que los ingenieros aeroespaciales salieran al espacio exterior desde la estación.
La operación consistió, entre otras cosas, en la instalación de una "bomba de repuesto", según indicó la televisión de la NASA.
También cambiaron un dispositivo de control de flujo, por considerar que era el causante del escape de amoniaco detectado en la parte perteneciente a Estados Unidos de la ISS.
Posteriormente, los astronautas pusieron en funcionamiento la bomba y observaron durante 30 minutos si había algún escape de amoniaco, bajo la supervisión de la misión que controla el dispositivo.
Además ambos expertos esperaron que los rayos del sol secaran todos los rastros de amoniaco de sus trajes, para luego volver a la estación.
El comandante de la ISS, Chris Hadfield, quien tenía a su cargo la supervisión de la salida al espacio dijo en en su cuenta de Twitter: "No hay fugas, hemos logrado el gran obstáculo de controlar la fuga de amoniaco".
En un comunicado la agencia advirtió que va a haber que vigilar la bomba durante más tiempo para determinar si su reemplazo logró controlar la fuga.
Especialistas del tema consideran que esta salida al espacio no tiene precedentes, ya que se la ha preparado muy rápido.
Se piensa que un meteorito o una pieza de chatarra espacial podría haber golpeado el radiador de refrigeración y causado el escape.
El amoníaco se utiliza para refrigerar los circuitos por los que pasa la electricidad producida por los paneles solares.
Las imágenes difundidas por el equipo habían confirmado que el escape proviene de los sistemas de refrigeración, que ya habían presentado problemas el 1 de noviembre de 2012.
Antes de la finalización de la operación, Norm Knight, director jefe de vuelo de la (NASA), recalcó que la operación debía realizarse rápidamente.
"Con tan poco tiempo entre la detección del escape" y la salida al espacio, las oportunidades que puedan tener los astronautas para intervenir suscitan "preocupación", según el portal internet sobre temas espaciales Spaceflight101.
La NASA anunció que la tripulación de la ISS, compuesta por seis personas, había detectado el jueves una fuga de amoniaco procedente de uno de los sistemas de refrigeración.
También, hizo hincapié en que la vida de los seis ocupantes de la ISS no estaban en peligro al igual que la estación, si bien admitió que el incidente fue "grave".
En una rueda de prensa, el director de vuelo de la ISS, Joel Montalbano, señaló que los astronautas habían hecho "un trabajo fantástico", pero "llevará semanas, cuatro o cinco, tal vez más, antes de estar 100% seguro del diagnóstico" final sobre el desperfecto.
"Semanas o meses, es demasiado pronto para decirlo. Pero va a tomar tiempo", agregó Montalbano.
Según los expertos, la 168ª salida al espacio no tiene precedentes, ya que se logró preparar en un tiempo muy corto.
Para Norm Knight, sin embargo, esta salida marca un precedente pues es "probablemente una de las más rápidas" en la historia de la agencia espacial estadounidense.
No obstante, el director de vuelo del segmento ruso de la ISS, Vladimir Soloviev, había considerado que se trata de una "anomalía muy grave".
Antes de anunciar que la salida al espacio tendría lugar este sábado, Hadfield también había reconocido que se trataba de una "situación grave".
De acuerdo a la NASA, la tripulación actual de la ISS alertó el jueves al centro de control de la Estación, situado en Houston (Texas, sur de Estados Unidos) de la presencia de "pequeños copos blancos flotando alrededor de la estación"./AFP