Cinco cascos azules indios y al menos siete empleados civiles sursudaneses de la ONU murieron este martes en el ataque de un convoy de Naciones Unidas en Sudán del Sur, indicaron fuentes indias y de la organización internacional.
La representante especial de la ONU para Sudán del Sur, Hilde Johnson, condenó, sin dar un balance de víctimas, "el asesinato de soldados para el mantenimiento de la paz y de varios civiles en una emboscada perpetrada por atacantes no identificados"; en el estado sursudanés de Jonglei (este).
El portavoz del ministerio indio de Relaciones Exteriores, Syed Akbaruddin, lamentó por su parte la muerte de "cinco soldados indios que trabajaban para mantener la paz con la Minuss [Misión de Naciones Unidas en Sudán del Sur] en una emboscada en Jonglei".
Según una fuente de la ONU en Juba, la capital de Sudán del Sur, que no quiso identificarse hubo "siete u ocho" víctimas civiles, todos sursudaneses.
El ataque al convoy tuvo lugar a las 10H00 locales (08H00 GMT) y fue llevado a cabo por hombres del rebelde David Yau Yau, un exprofesor de teología que Sudán del Sur acusa de ser un agente de Sudán, indicó Philip Aguer, portavoz del ejército sursudanés.
El estado de Jonglei, en particular la zona de Pibor donde tuvo lugar la emboscada, es la región más inestable de Sudán del Sur, un pequeño país que accedió a la independencia en julio de 2011.
Jonglei es un estado donde las armas circulan libremente y donde hay con frecuencia enfrentamientos étnicos entre pueblos rivales así como combates entre el ejército regular (SPLA) y los grupos rebeldes (entre ellos el de Yau Yau).
El objetivo de la Minuss, que dispone de 5.000 cascos azules, es proteger a los civiles pero no tiene mandato para luchar contra los rebeldes junto a las fuerzas del gobierno.
India es el país que más contribuye a las distintas fuerzas de mantenimiento de la paz que la ONU tiene desplegadas en todo el mundo.
AFP.