En 7,2% se amplió déficit de cuenta corriente en tercer trimestre | El Nuevo Siglo
EL mayor desbalance comercial se debe a un aumento en la entrada de productos importados al país.
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Domingo, 4 de Diciembre de 2022
Redacción Economía

Cuando el Gobierno empezaba a hablar de que el déficit de la cuenta corriente del país iba a caer al 5% a final de año, los resultados del tercer trimestre demuestran lo contrario.

En efecto, al conocerse la balanza de pagos del tercer trimestre, el déficit en cuenta corriente de Colombia se amplió hasta representar un 7,2% del Producto Interno Bruto (PIB).

De acuerdo con los analistas, esta cifra es consecuencia de un profundo desbalance comercial motivado principalmente por un gran momento de las importaciones, como resultado de la buena dinámica del consumo, que ha sido el motor de la reactivación económica. Por su lado, las exportaciones mostraron signos de estabilidad. Es importante señalar que el Emisor revisó a la baja el registro en el déficit correspondiente al segundo trimestre del año.

En concreto, esta revisión significó un ajuste favorable de 0,3 puntos porcentuales, hasta un déficit de 5,4% del PIB, a partir del cual el deterioro en el tercer trimestre fue de 1,8%.

Señala el Banco de la República en su informe que tal revisión fue de US$181 millones, explicada en mayor medida por menores salidas de rentas factoriales.

Destaca el informe que la menor entrada de inversión extranjera directa (IED) llevó a que el indicador de déficit de cuenta corriente neto de IED retrocediera en 2,2 puntos frente al segundo trimestre, situándose así en 3,6% del PIB.

 

Desbalance

En el tercer trimestre, el mayor déficit en cuenta corriente encuentra buena parte de su explicación en una notoria ampliación del desbalance comercial. En relación al PIB, este rubro aumentó en 1,8 puntos frente al trimestre anterior.

Tal crecimiento fue resultado de un sólido avance del valor importado (2,8 puntos del PIB), mientras el crecimiento del valor exportado fue menos dinámico (1 punto del PIB).

En el segmento de bienes, la clave estuvo en la resiliencia del consumo privado acompañado de los bienes de capital. En efecto, el desempeño por encima de las capacidades potenciales de la economía colombiana se ha caracterizado por un ímpetu del consumo privado, que en buena parte se ha suplido desde las compras al exterior.

A su vez, las importaciones de maquinaria y equipo jugaron también un papel protagónico. Ante todo esto es valioso destacar que ambas dinámicas se contraponen al contexto retador en términos de la elevada tasa de cambio. Por el lado de los servicios, entre el segundo trimestre y el tercero se materializó una mejora en el déficit de 0,3 puntos del PIB.



Turismo

El turismo mantuvo una dinámica positiva, con una sustancial entrada de divisas de viajes de extranjeros al país, mientras que la depreciación del peso desincentivó el gasto en viajes de colombianos hacia otros países.

Ahora bien, el parte positivo lo otorgó el superávit en transferencias que, como porcentaje del PIB, se ubicó en 3,6%. En concreto, el balance neto de transferencias corrientes se recuperó en 0,3 puntos frente al retroceso sufrido en el segundo trimestre. Tal resultado se configuró por un crecimiento (+US$113 millones) de los ingresos por concepto de transferencias y una caída en las salidas de divisas (-US$69 millones). Así pues, se mantienen como una fuente importante de recursos que representa el único rubro que no contribuye al déficit en cuenta corriente.

De otro lado, la menor inversión por parte colombianos en el exterior coincidió con la caída de ingresos de IED al país. Así las cosas, el ingreso neto de inversión extranjera directa disminuyó en 5 puntos del PIB, en mayor medida a raíz de que las entradas de recursos con vocación permanente por parte de extranjeros pasaron de representar el 5,7% del PIB en el segundo trimestre a 3,9% del PIB para el tercero.

Desde las salidas de flujos de inversión de colombianos el retroceso fue de 1,4%, alcanzando 0,3% del PIB para el periodo analizado. Los rubros de servicios financieros (-1,41 puntos del PIB frente al segundo trimestre), otra minería (-0,70 puntos del PIB) y el petrolero (-0,29 puntos del PIB) fueron las actividades en las que más se redujo el apetito desde los inversionistas extranjeros, señalando en cierta medida la incertidumbre política que rodeó al sector minero-energético. Entre tanto, es valioso destacar el crecimiento del sector manufacturero (+0,39 puntos del PIB).