La meta volante | El Nuevo Siglo
Sábado, 13 de Noviembre de 2021

La semana pasada el gobierno revisó su pronóstico de crecimiento para el 2021: de un pálido 6% pasó a un jubiloso 9%. Hacia este último porcentaje apuntan la mayoría de los pronósticos. Incluido el Banco de la República que también revisó al alza los suyos.

Todo esto indica que el punto más agobiante de la cuesta que nos impuso la pandemia está a punto de superarse. Así tenga un componente de “rebote” con relación al horrible año del 2020 en el que hubo un desplome del PIB de 6,8%, no deja de ser reconfortante. Colombia y el mundo todo parece estar en los pedaleos para superar el premio de montaña que decretó la difícil carretera del coronavirus.

Por el momento, la mayor recuperación se da en las cifras agregadas del PIB. En el área social y en la del empleo el golpe pandémico sigue sintiéndose con crudeza. Las medidas contra cíclicas que se han adoptado sirvieron para morigerar el golpetazo social del coronavirus. Pero solo para eso: para moderarlo. De la pandemia vamos a salir con indicadores del PIB recuperados, pero con más pobreza, más hambre y desempleo de los que existían cuando entramos en el oscuro túnel que empezó en marzo del 2020. Que fue el momento cuando la OMS declaró que el coronavirus era una pandemia.

En un libro de mi autoría que sale al mercado el próximo mes (“La economía política de la pandemia”, editorial Temis), se ilustra cómo las medidas que el gobierno adoptó a partir del primer trimestre del 2020 para hacerle frente a la pandemia han servido para paliar aproximadamente un tercio de los efectos que sobre la pobreza hubiera tenido el maléfico coronavirus en el evento de que no se hubiera hecho nada.

Miradas así las cosas hay que convenir que la acción gubernamental en el campo del gasto público ha sido útil. Quizás pudo haber sido más contundente si el porcentaje de gasto público contra cíclico no se hubiera limitado a un discreto 2,5% del PIB -por debajo del que dedicaron otros países- pero de todas maneras no fue insignificante. Y hoy, gracias a estos programas, la situación de pobreza no es más explosiva de lo que pudo haber sido.

Ahora bien: la mayoría de las medidas que se han tomado han sido de “primeros auxilios”. Ahora deben seguir la generación de reformas estructurales que se han evadido hasta el momento. ¿Cómo vamos a retornar a índices de desempleo de un solo dígito? ¿Cómo hacer para que los índices de pobreza retornen a los niveles que tenían antes de la pandemia?  ¿Qué fisonomía deberá mostrar la próxima reforma tributaria que ineludiblemente tendrá que afrontar el próximo gobierno si se quiere una fiscalidad más progresiva y equitativa? ¿La última reforma tributaria (ley 2155 de 2021) esquivó por razones de facilidad política todos los temas controversiales?

Los candidatos y precandidatos guardan hasta el momento estratégico silencio sobre todos estos temas. Pero no podrán seguirlo haciendo por mucho tiempo. La campaña avanza, las encuestas internas de las coaliciones empiezan a depurar las listas y las fechas electorales se acercan. El mutismo no podrá prolongarse por mucho tiempo más. Es de suponer que los equipos temáticos de los candidatos tengan ya suficientemente trabajadas las propuestas sobre los asuntos de fondo que el país tiene derecho a conocer pronto para elegir bien en el 2022.

Por el momento felicitémonos que los pronósticos del PIB para el 2021 estén engranando bien para pasar el premio de montaña con un sprint del orden del 9%. Pero recordemos que ésta es al fin y al cabo apenas una meta volante de premio de montaña: el resto de la etapa está por delante. Y ella supone ganarle la batalla a la pobreza y al desempleo. Cosa que aún está lejana.

PD: tal como se venía anticipando, los demonios de la inflación están mostrando sus orejas por todas partes. Las últimas cifras para Estados Unidos (octubre 2020- octubre 2021) del 6,2% muestran el alza más pronunciada de los últimos 30 años. Estamos entrando en una época de inflación en el mundo luego de las inmensas emisiones hechas por los bancos centrales para contrarrestar la pandemia.