Propuestas artísticas de corrientes modernas y contemporáneas de Colombia y Latinoamérica son el estelar de la próxima subasta de Bogotá Auctions, la más importante del año, ya que reúne los nombres más destacados de los siglos XX y XXI.
La subasta titulada “Arte colombiano y latinoamericano moderno y contemporáneo” se realizará el 25 de este mes, a partir de las 8:00 p.m. La puja se podrá seguir a través del sitio web https://www.bogotaauctions.com.
La oferta
Al abarcar tantos años de la historia del arte, los pujadores pueden encontrar trabajos de Ricardo Acevedo Bernal, Roberto Páramo, Ricardo Borrero, Ricardo Gómez Campuzano o Pedro Nel Gómez, pioneros en la experimentación del arte moderno en Colombia durante los últimos años del siglo XIX. Estos artistas testimonian cómo en la pintura de paisaje suelen convivir el amor por la naturaleza y la expresión de una postura nacionalista.
Por su parte, María Teresa Hincapié, Beatriz González, Olga de Amaral, Ever Astudillo, Antonio Caro, Álvaro Barrios, Fernando Botero, Alejandro Obregón, Luis Caballero, Ana Mercedes Hoyos, Omar Rayo, Carlos Jacanamijoy y Alicia Tafur, entre otros, son los exponentes del arte colombiano de la segunda mitad del XX y XXI.
En total, son 84 obras las que se subastan en “Arte colombiano y latinoamericano moderno y contemporáneo”, las cuales fueron seleccionadas por el departamento de arte en conjunto con el equipo de Bogotá Auctions, considerando el valor histórico artístico de la pieza, la existencia de un mercado y el estado de conservación. Cada obra cuenta con las medidas exactas y los datos de procedencia.
El arte colombiano y latinoamericano moderno y contemporáneo ya ha sido protagonista de otras subastas; sin embargo, esta del 25 de noviembre es novedosa porque “las obras son diferentes y revelan otras facetas de la historia del arte moderno colombiano”, sostuvo la directora de Bogotá Auctions, Charlotte Pieri.
En ese sentido, entre las piezas que dan cuenta del trabajo de la generación dorada del modernismo colombiano se encuentran las de Eduardo Ramírez Villamizar, Enrique Grau, Alejandro Obregón y Édgar Negret.
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Por otra parte, la calidad que la pintura colombiana ha mantenido durante toda la segunda mitad del siglo XX y en lo que va del XXI se resalta con dos trabajos de Luis Caballero, una mixta sobre papel de Norman Mejía y óleos significativos de Manuel Hernández (“Signo rosa” y “Ser”, 1993), Freda Sargent (“Sin título”, 1993), Gustavo Zalamea (“Figura roja en el estudio”, 1997), Luis Fernando Roldán (“Sin título”, 2000), Ever Astudillo (“Candado”, 2004), Carlos Jacanamijoy (“Visión interior”, 2009), Ana Mercedes Hoyos (“Díptico, sin título”, 2011) y Jaime Franco (“Cúpula”, 2017).
Fernando Botero, por supuesto, está presente con los grabados del libro “Armonía y ensueño” de Fausto Cabrera (1951) y “Tejados de Medellín”, una acuarela de 1952, es decir, realizada a sus 20 años. Esta obra, cuya autenticidad fue confirmada por el mismo artista, es un ejemplo del alto nivel de maestría que alcanzó a temprana edad, antes de salir de Colombia y tomar contacto con la escena de Europa, México y Estados Unidos.
El catálogo de la subasta está conformado, entonces, con obras que narran algunos de los momentos más significativos de la historia de la plástica colombiana. Al abrirlo, el espectador puede apreciar un grupo de obras de los años setenta, entre las cuales se destacan una emblemática fotografía vintage de cables de Jorge Ortiz, trabajos de Ramiro Gómez y Efraín Arrieta, dos artistas que pertenecieron a la histórica agrupación costeña del Sindicato; así como el Maizal de Antonio Caro fechado 1977 y un collage sobre papel de Juan Camilo Uribe.
Los años ochenta están representados con el “Paisaje de calicanto azules” de Olga de Amaral, “Salmo de invierno” de Manolo Vellojín, un dibujo en tinta y acuarela de Álvaro Barrios (1988), una técnica mixta de la serie “Legumbres” de Emma Reyes (1981), un trabajo sobre metal de Jonier Marín (“Entering somewhere outland”, 1983), un grande “Sol” en aluminio pintado de Édgar Negret (1985) y unos registros fotográficos, impresos en 2004, de la histórica y seminal performance “Vitrina” de María Teresa Hincapié, realizada en Bogotá en 1989.
En cuanto a la sección de arte contemporáneo sobresale el gobelino “La creación del unicornio” (2017) de Carlos Castro, uno de los artistas más importante del panorama actual que fusiona el apropiacionismo con el conceptualismo político.
La selección de “Arte colombiano y latinoamericano moderno y contemporáneo” es bastante amplia, por lo que hay ciertos datos de interés como que la obra más antigua del catálogo es la escultura en bronce “Altivez” de Rómulo Rozo, que data de 1936; mientras que la más nueva es de 2019, “Horizonte” de Yober Arbey Melo Daza.
Teniendo en cuenta el precio de salida, las obras que lideran el top tres son “Tejados de Medellín” de Fernando Botero ($90 millones – $180 millones), “Bodegón” de Alejandro Obregón ($70 millones - $100 millones) y “Paisaje de calicanto azules” de Olga de Amaral ($190 millones - $290 millones).