Durante su participación en el Congreso Colombiano de la Construcción, Albert Saiz, director del Laboratorio de Economía Urbana del MIT y profesor del “MIT Urban Planning and Real Estate program”, aseguró que “Latinoamérica tiene el reto de permitir el acceso a vivienda digna para más de 100 millones de personas que habitan en unidades habitacionales de baja calidad”.
Tan solo en Colombia, para erradicar el déficit habitacional es necesaria la construcción de 400 mil unidades de vivienda cada año, es decir, ocho millones de viviendas durante las próximas dos décadas, que serían posibles con la inversión adicional de 0,5 puntos porcentuales del PIB nacional.
Saiz, quien se destaca por su trayectoria en trabajos de investigación en economía urbana e inmobiliaria, con énfasis en la inmigración, el crecimiento urbano y los precios de vivienda, dijo que “dirigir estos recursos a la construcción de nuevas unidades generaría un crecimiento de hasta de 20% en la construcción de viviendas formales. No obstante, es un objetivo retador, pues desde una perspectiva macroeconómica, industrial y de planificación territorial, aún hay barreras por superar”.
El experto también habló sobre tendencias de mercados, necesidades de vivienda, caracterización de necesidades, formalidad y vivienda digna. “Se requieren políticas de largo plazo respecto a suelo y vivienda. La política de vivienda tiene realmente que pasar por los municipios, quienes deben ser más proactivos y agresivos en generar suelo y vivienda que necesita la población colombiana”, concluyó.
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Por su parte, María del Pilar López Uribe, PhD, profesora asistente del Departamento de Economía de la Universidad de los Andes y profesora visitante del Centro para América Latina y el Caribe del London School of Economics, presentó los resultados de la evaluación de impacto del programa Mi Casa Ya, realizado por la Universidad de los Andes bajo el liderazgo de Fabio Sánchez y la colaboración del Centro Nacional de Consultoría (CNC), y resaltó la importancia del programa de vivienda para el país.
"Mi Casa Ya es el programa líder en adquisición de vivienda; ha tenido un impacto muy positivo en los hogares beneficiarios en materia de ingresos, formalidad, activos, pobreza, seguridad, inclusión financiera y educación”, mencionó López, quien además hizo un llamado para que se asegure su continuidad y se tenga como prioridad de país “Mi Casa Ya debería ser una política de Estado y no de Gobierno”, dijo.