Nada detuvo marchas estudiantiles | El Nuevo Siglo
Foto Andrés Rot - El Nuevo Siglo.
Miércoles, 17 de Octubre de 2018
Redacción Nacional

Ni los $41,3 billones de recursos que aparecen en el Presupuesto que se discute en el Congreso para 2019 y que equivalen al 4,3% del Producto Interno Bruto (PIB), ni el billón de pesos que le pidió el presidente Iván Duque al ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, que sacara de las regalías sirvieron para que el sector de la educación quedara conforme.

Ese inconformismo quedó plasmado ayer en otra jornada de manifestaciones estudiantiles y de profesores en todo el país para reclamar mayor atención y recursos.

La ministra de Educación, María Victoria Angulo, explicó que la adición de recursos no puede ser destinada para el funcionamiento de las universidades públicas, puesto que son regalías y por normatividad deben ser dirigidos a inversión. "Estos son recursos a inversión para la universidad pública".

"Siempre me toca recordar un poco que estamos en nuestro día 71 de trabajo. Para llegar al presupuesto de 2019 fue un trabajo de más de dos meses revisando un presupuesto que nos habían dejado totalmente desfinanciado, de igual manera se están buscando nuevas fuentes para que estructuralmente sumemos", explicó la Ministra.

Sentir social

Angulo destacó que el sentir social en las manifestaciones deja en evidencia la importancia que tiene la educación, "nosotros nos encontramos con una realidad con varios años, que en la materia no se dio un viraje. Pero somos muy respetuosos de las manifestaciones y queremos hacer equipo por la educación".

Con pitos, pancartas y arengas centenares de estudiantes buscaron en las calles generar una reacción positiva en el Gobierno para que aumente el presupuesto el próximo año con destino a las universidades públicas.

“Queremos que nos escuchen y solucionen nuestros problemas financieros. Nuestra universidad se está cayendo a pedazos y a nadie le importa, por eso nosotros marcharemos y lucharemos hasta que se haga algo”, dijo Carolina Giraldo, una de las líderes de la protesta.

Otro manifestante aseguró, que “estamos marchando por los derechos no solo de los estudiantes sino de todas las personas que indirectamente están vinculadas con la educación. Esto es por el bienestar de todos”.

En Bogotá, los estudiantes iniciaron las marchas desde varios puntos. Unos lo hicieron desde la Universidad Pedagógica en la Calle 72 hacia el centro de la capital. Otros, los de la Universidad Nacional, emprendieron su marcha hacia las 10 y media de la mañana también con rumbo al centro y los más alejados lo hicieron desde la sede del SENA al sur de la ciudad y se dirigieron también hacia la Plaza de Bolívar.

El pliego

Como aspecto importante está que los estudiantes de las universidades públicas le solicitaron al Gobierno nacional el cumplimiento de un pliego de exigencias, radicado en el Congreso de la República el pasado 27 de octubre.  En el pliego, que contempla 10 puntos, los jóvenes piden un incremento presupuestal de $4,5 billones para este año. Además, reclamaron que se permita la reliquidación de las deudas del Icetex.

En Bogotá y por el paso de la movilización por la Carrera 10 con Calle 17 se bloqueó el paso vehicular y algunas estaciones de Transmilenio fueron cerradas temporalmente. Ante ello, los buses tuvieron que realizar retornos en las estaciones Corferias y Concejo de Bogotá, debido a los bloqueos en la altura de la estación Ciudad Universitaria.

La nota gris de la jornada la protagonizó un grupo de infiltrados en las marchas que la emprendieron nuevamente en contra de la sede de RCN Radio, la cual fue vandalizada con pimpones llenos de pintura y múltiples grafitis grabados en la fachada del medio de comunicación.

La subsecretaria de Seguridad, María Lucía Upegüi, indicó que las movilizaciones se realizaron con total normalidad y dio un balance positivo del desarrollo de la jornada.

La Policía Metropolitana de Bogotá dispuso de al menos 2 mil hombres y mujeres de la institución, para que acompañaran la jornada de marchas. Mientras tanto a su paso por calles y avenidas, los manifestantes cantaban “presupuesto, presupuesto para la educación, no más dinero para las armas y la represión".

Por la movilización varios puntos en el centro de Bogotá fueron protegidos con polisombras, entre ellos la estatua de Simón Bolívar, el Palacio de Justicia, la Casa del Florero y el Palacio Liévano.

Otras ciudades

De otro lado, en Medellín los estudiantes de la Universidad Nacional se concentraron en la zona conocida como Punto Cero. Allí realizaron un gran plantón por la educación.

A su vez, los estudiantes en Manizales bloquearon la salida hacia Pereira. Allí, habilitaron el paso de vehículos cada media hora por un lapso de 10 minutos en el sector de la Estación Uribe. Desde las 7:00 a.m. hora en qué empezó la movilización, se situaron en los cuatro carriles de esta doble calzada que es paso obligatorio para entrar y salir de la ciudad con dirección a Risaralda, Quindío, Valle y Antioquia, entre otros destinos.

En Cali y luego de una mañana caótica por los bloqueos de estudiantes en el sur de la ciudad, las autoridades entregaron un parte de normalidad. Estudiantes del SENA se movilizaron desde la Carrera 4 con Calle 52. Tras los bloqueos en la mañana y la movilización, en la ciudad se registró un desconcierto vehicular y atrasos en los servicios del MIO. En la tarde hubo una marcha de antorchas desde la Universidad del Valle hasta el parque Panamericano. Además, se hizo un plantón en el centro en el cual participaron los estudiantes del Instituto de Bellas Artes.

Sin duda el panorama de la educación es complejo, porque más de 12 universidades públicas están desde la semana pasada en un paro indefinido apoyado por rectores y maestros; anoche estudiantes de la Universidad del Quindío acamparon en el campus mientras que los jóvenes de la Universidad Industrial de Santander (UIS), la más importante del oriente de Colombia, votaron a favor de sumarse al cese de actividades sin fecha de finalización.

A esto se suma la Federación Colombiana de Educadores (Fecode), que tiene en sus manos el año académico de más de 9 millones de niños y jóvenes, y que decidió participar en las manifestaciones en apoyo a las universidades públicas y no descartó la posibilidad de irse a un paro indefinido, que sería muy nocivo para los estudiantes a pocas semanas de finalizar su periodo académico.