Grafeno: no está en vacunas anticovid ni controla el cerebro | El Nuevo Siglo
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Viernes, 1 de Octubre de 2021
Redacción internacional

El grafeno promete revolucionar la electrónica, la industria aeroespacial, la energía y la medicina. Pese a esto, o precisamente por ello, miles de mensajes virales acusan a este versátil nanomaterial de ser un componente peligroso de las vacunas contra el coronavirus y un instrumento para "controlar" a las personas.

Descubierto en 2004 por André Geim y Kostantin Novoselov, quienes ganaron por ello el Nobel de Física en 2010, el grafeno es el material más delgado y más resistente del mundo, "y uno de los más promisorios para irrumpir en las tecnologías del futuro", dice el investigador argentino Marcelo Mariscal, doctor en Química y especializado en nanotecnología.

El grafeno tiene una elevada conductividad térmica y eléctrica y se espera que sus aplicaciones vayan desde sensores de alta sensibilidad hasta dispositivos electrónicos flexibles. Su uso es ideal en almacenamiento de energía, fabricación de vehículos, así como para la construcción de edificios e incluso en el sector cosmético.

Pero en redes sociales, las expectativas son otras. El grafeno comenzó a ser blanco de sospechas en abril de 2021, cuando Canadá ordenó retirar del mercado mascarillas que lo contenían por posibles riesgos a la salud, que luego fueron descartados.

Un mes después, cuando avanzaba la vacunación contra el covid-19, decenas de usuarios denunciaron en redes que las vacunas los habían "magnetizado", colocándose, a modo de prueba, imanes, cubiertos y hasta teléfonos celulares en el lugar de la inyección.

Los videos cruzaron fronteras e idiomas para "demostrar" que las vacunas contienen ingredientes "secretos" y nocivos, entre estos el grafeno, a pesar de que múltiples evidencias científicas lo niegan.

El español Ricardo Delgado Marín, fundador del portal La Quinta Columna, que difunde información falsa sobre covid-19 ya verificada por la AFP, popularizó la teoría de que las vacunas contienen este nanomaterial, atribuyéndole la capacidad de "controlar la voluntad", así como propiedades magnéticas que no tiene.

En sus videos, compartidos por decenas de miles de usuarios, Delgado también acusó al grafeno de ser "el propio SARS-CoV-2", y vaticinó "un tsunami cerebral" para el mes de julio "por el encendido global" de tecnología 5G.

Integrantes de la agrupación "Médicos por la Verdad" en Argentina replicaron rápidamente las teorías de Delgado, quien sumó a la conspiración el óxido de grafeno -un derivado de éste- y pronto circularon versiones en portugués, inglés, francés, polaco, checo, croata, coreano, tailandés y más.

En julio, el alemán Andreas Kalcker, quien se presenta como "investigador biofísico" y ha tenido problemas con la justicia de España y Argentina por promover el dióxido de cloro -una sustancia sin propiedades curativas y potencialmente tóxica-, aseguró que el óxido de grafeno supuestamente inoculado con las vacunas "altera el campo electromagnético" de las personas, ocasionando la muerte.

Ninguna de las vacunas contra el covid-19 aprobadas por la OMS cuya composición es pública tiene entre sus ingredientes grafeno u óxido de grafeno.


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Se disparan rumores

El grafeno, conformado por una sola capa de átomos de carbono, no es soluble. Como explica el español Diego Peña, del Centro Singular de Investigación en Química Biológica y Materiales Moleculares, "un dispositivo de grafeno no se podría inyectar en disolución".

El óxido de grafeno, por su parte, apenas se está probando con fines biomédicos, incluso para vacunas en la forma de adyuvantes. Sin embargo, "se trata de estudios modelo en fases de ciencia básica, los cuales se encuentran aún alejados de una aplicación", explica Mariscal.

Ni éste ni el grafeno tienen propiedades magnéticas naturales, aseguraron Mariscal, Peña y María Celeste Dalfovo, doctora en Química e investigadora argentina. "Sólo es magnético en condiciones muy específicas de laboratorio [...] En condiciones ambientales pierde las propiedades magnéticas", aclara Peña.

"Es imposible que el grafeno pueda imantar nada", enfatiza Mariscal, descartando los supuestos fenómenos que se ven en los videos virales. "Creo que toda la prensa y expectativas de mercado de un material que promete revolucionar la industria -como lo hicieron en su momento el acero o los materiales poliméricos- lo convierten en blanco de ataque", observa.

Con él coincide Ester Vázquez Fernández-Pacheco, directora del Instituto Regional de Investigación Científica Aplicada (IRICA) de Castilla-La Mancha, en España: "Las investigaciones que suscitan muchas esperanzas tienen un problema: la gente quiere ver muy rápido los resultados". Sin embargo, "cualquier desarrollo tecnológico lleva detrás muchos años (...) y esta idea, por desgracia, no se difunde eficientemente", puntualiza.

"Quizá es ahí donde la 'rumorología' tiene su caldo de cultivo: el material es conocido, todo el mundo sabe que es real, pero no todo el mundo tiene capacidad para comprender cómo se trabaja con él", por lo que "es muy fácil hacer creer cosas que no tienen, desde el punto de vista científico, ningún fundamento", afirma.


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Desmentidos

Negacionistas de la pandemia de covid-19 y antivacunas recurren al grafeno para dar rienda suelta a su imaginación y desarrollar teorías sobre su uso en humanos. Aseguran que se halla en las vacunas contra el coronavirus, que "modula" la conducta y que hasta existe en las pipas de girasol.

El equipo de verificación de la AFP analizó decenas de publicaciones que contenían desinformación en varios idiomas en torno a este nanomaterial. Estos son los principales lugares en que propagadores de teorías conspirativas y contra las vacunas ubicaron el grafeno.

Componente de vacunas. Los videos de supuestos vacunados con metales adheridos a sus extremidades avivaron la teoría de que el grafeno era responsable de ese "magnetismo", como profesaron en redes sociales el antivacuna argentino Luis Marcelo Martínez o el español Ricardo Delgado.  Expertos rechazan estas versiones explicando que el grafeno no es soluble, que no tiene propiedades magnéticas naturales y no podría generar imantación por la poca cantidad de material: es una lámina de una capa de átomos de espesor. Además, ninguna de las vacunas contra el covid-19 aprobadas por la OMS tiene grafeno entre sus ingredientes.

Material de los hisopos. Otra teoría compartida miles de veces asegura que los hisopos de las pruebas PCR para detectar el coronavirus contienen grafeno, lo que "magnetizó" el rostro y el tabique nasal de los afectados. Pero los hisopos se fabrican con polímeros convencionales, como poliéster.

Autopsia cerebral. Miles de usuarios compartieron en redes el video de una autopsia de cerebro con la intención de mostrar los efectos letales del grafeno "en las funciones neuronales de una persona vacunada". Pero las imágenes muestran en realidad una hemorragia intracerebral y circulan desde 2019, más de un año antes de la aprobación de las primeras vacunas contra el covid-19.

Tecnología 5G.  Quienes afirman que los inmunizantes contra el nuevo coronavirus contienen este nanomaterial sostienen que el objetivo de inocular ese elemento es controlar la mente y afectar el cuerpo humano. Según una de sus hipótesis, la tecnología 5G "envía frecuencias" al grafeno que entró al organismo a través de la vacunación, y eso crea los síntomas propios del covid-19. Así explican que lo acaecido en el mundo desde marzo de 2020 es una "plandemia", término utilizado en redes para afirmar que la pandemia de covid-19 fue planeada por las élites gobernantes. Expertos aseguran que el grafeno se podría usar para mejorar la tecnología 5G, pero aclaran que no tiene ninguna relación con el coronavirus.

Radiofrecuencia. Otro mensaje en redes afirma que "se puede manipular mediante radiofrecuencia" para "modular" las emociones humanas y, de paso, obtener la posición GPS de la persona. Hoy se estudian posibles aplicaciones del grafeno que permitan entender mejor el cerebro, pero no puede obtener una posición GPS, ni por sí solo ni por radiofrecuencia.