La realidad es que las brechas en educación parten del azar. Un estudio en Argentina demuestra que el origen, la clase social y el gobierno de turno siguen incidiendo en las brechas de la educación escolar

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EL GOBIERNO argentino ha presentado junto con Unicef, uno de los estudios diagnósticos más completos sobre el acceso a la educación en primera infancia. Se desarrolló entre 2017 y 2019. El estudio permitió encontrar las grandes brechas sociales en los primeros años de vida.

Para varios expertos en educación, la primera infancia es sin duda la más importante en los proceso de formación porque es allí, en los primeros años de vida, donde el ser humano será más receptivo, donde aprenderá más rápido, donde se podrán identificar dificultades de aprendizaje y dónde se podrá intervenir mejor para resolverlas.

Argentina es uno de los países de América Latina que más ha avanzado en cobertura y acceso en la educación básica. Desde 1993 el país cumplió la meta de dar acceso universal desde los cinco años e implementó los dos años de preescolar desde la misma época. Sin embargo, algunos consultores de Unicef manifiestan que la escolarización debe comenzar a una temprana edad con el ingreso a los jardines infantiles, donde se podrán desarrollar habilidades psicomotoras y operacionales básicas.

Las conclusiones, que pueden ser parecidas si se hacen en Colombia, arrojan los siguientes datos: el 54% de los niños de dos años de las familias más ricas asisten al jardín y se encuentran escolarizados, frente al 4% de los niños de las familias más pobres. Cuando se tiene en cuenta a los niños de cuatro años el 85% se encuentran escolarizados, lo que representa un incremento del 12% frente a 2010. Sin embargo, la mayoría provienen de las familias más acomodadas. En los sectores más pobres y rurales, la escolarización de los niños de cuatro años llega al 22%

Otro aspecto es el lugar de origen, un niño nacido en Buenos Aires tiene un 60% de posibilidades de estar escolarizado a los tres años,  mientras que en las provincias de los Andes esa posibilidad sería solo del 10%. También depende de los municipios, sin ir muy lejos en Colombia, un niño puede nacer en el área metropolitana de Medellín pero no será la misma posibilidad de acceso a la escolaridad básica si vive en Bello que en Envigado, esta última una de las ciudades de Colombia con mayores ingresos por habitante.

Países federales como Argentina tienen políticas distintas de acuerdo al gobierno de turno, y eso aplica también para Colombia respecto a haber nacido en un gobierno que invierte en educación frente a otros que no la tienen de prioridad. La generación que en Colombia se pudo graduar de la secundaria entre 2014 y 2017 tuvo que partir de unas políticas estatales que le brindaron la posibilidad de acceder a programas de becas para el acceso a la educación de calidad. Hoy esa oportunidad se ha desvanecido y en cierto modo se redujo la motivación de los colegios públicos por ubicar a sus instituciones educativas entre las mejores del país.

En síntesis, el azar juega un papel fundamental en el acceso a la escolarización y que la misma sea de calidad. El lugar donde se nace, el origen socioeconómico y las políticas del gobierno de turno, son algunos de los factores determinantes.

El reto siguen siendo las regiones rurales donde la dispersión dificulta aspectos como cobertura y calidad, para empezar la escolarización en los primeros años. Por otra parte, hay otros críticos que manifiestan que no es recomendable llevar a los niños tan pequeños a la escolarización, o por lo menos si esta es de baja calidad, ya que los errores conceptuales o las experiencias traumáticas pueden causar daños irreparables en los niños. Y que en ese caso es mejor que estén al cuidado de familiares en casa, hasta que puedan acceder a una educación de calidad.

* Especialista en Educación @hurtadobeltran  mario.hurtado@hotmail .com * La opinión del autor no refleja necesariamente la posición del medio y es responsabilidad exclusiva suya.