187 piezas alimentan el acervo patrimonial del Museo del Oro | El Nuevo Siglo
Esta serie está compuesta por objetos de Tumaco, Nariño, Alto Cauca, Calima, Quimbaya, Zenú, Tairona y Muisca.
Foto Banrepcultural
Lunes, 12 de Julio de 2021
Redacción Cultura

Las colecciones patrimoniales del Museo del Oro del Banco de la República continúan creciendo gracias a la cesión o entrega de tenencia por parte de privados de diferentes objetos de gran valor histórico y cultural.

En esta ocasión los herederos de Etienne Ramos-Esteban, de nacionalidad francesa, conocedor de arte, quien mientras vivió en Colombia fomentó los lazos culturales colombo-franceses y fue activo en múltiples labores solidarias, cedieron en honor a su padre 187 objetos de Tumaco, Nariño, Alto Cauca, Calima, Quimbaya, Zenú, Tairona y Muisca al Banco de la República.

El Museo del Oro se encargará de cuidar, restaurar, investigar y exhibir las piezas de esta colección para beneficio de todos y el conocimiento de las múltiples historias de un país diverso y multicultural.

La Constitución colombiana determina que todo el patrimonio arqueológico, aún el que se encuentra en manos o dentro de propiedades privadas, pertenece a todos los colombianos, a la nación. La familia Ramos-Esteban cedió su colección, pero se llevó del Museo del Oro algo más valioso: la satisfacción de haber honrado la memoria de su padre y la emoción de servir de nuevo solidariamente en su nombre a su país de acogida.



“La ley permite las colecciones privadas, pero exige que se registren ante el Instituto Colombiano de Antropología e Historia y se cuente con las condiciones apropiadas para su seguridad, conservación y acceso al público. Pero no hay duda de que el patrimonio -símbolo de nuestra identidad- tiene más sentido cuando está en colecciones públicas abiertas a todos, y donde expertos lo estudian y lo dan a conocer”, señala la institución cultural.

La cesión de una colección arqueológica

El proceso de cesión de tenencia es muy satisfactorio, pero no fácil, ya que implica el desplazamiento de los curadores a conocer la colección; su manejo por parte de la familia, así como el entendimiento de los términos legales, en lo que colaboraron la firma de abogados Lozano Vila & Asociados y Paralelo 10, gestora y consultora de arte; la comparación de cada pieza con otras de la colección para reconocer su importancia, o con otras de colecciones ajenas para evitar alguna pieza dudosa; consultas con expertos; empaque y traslado; concepto técnico sobre posibilidades de restauración; la aprobación del comité consultor externo, así como la aprobación de las directivas del Banco de la República para incluirlas en los seguros y en futuros proyectos. Y la aprobación del ICANH, entidad gestora del patrimonio arqueológico, para que el museo u otra entidad reciba y conserve los objetos.

De los 187 objetos seleccionados, 156 son de cerámica, 19 de piedra, ocho de concha, dos de madera y dos de metal. 80 fueron identificados como pertenecientes a la tradición Tumaco-La Tolita; 61 a las del Altiplano Nariñense; 13 a las de la región Calima; 10 a las del Cauca Medio; nueve a las de la Cordillera Oriental; ocho a la de las Llanuras del Caribe; cinco a la de la Sierra Nevada de Santa Marta y una a la del Alto Cauca.

La diversidad de formas y decoraciones, particularmente en las cerámicas de la tradición Tumaco-La Tolita, de las cuales no existía una buena muestra en el museo, ofrecen una oportunidad para ampliar el conocimiento acerca de la producción simbólica e iconográfica en distintas regiones y para su divulgación en exposiciones.

Por sus cualidades culturales y estéticas, su potencial museológico y su estado de conservación, estos materiales contribuirán significativamente a la curaduría de exposiciones del Museo del Oro, tanto las permanentes en Bogotá y en los museos del oro regionales, como las itinerantes nacionales e internacionales que representan nuestra diversidad ante Colombia y el mundo.