Encartados | El Nuevo Siglo
Martes, 28 de Mayo de 2019

A la manifiesta rebeldía de Iván Márquez y de alias “El Paisa” para comparecer ante la JEP pretextando toda clase de excusas, el primero le ha sumado una carta dirigida a sus compañeros a quienes les ha subrayado el supuesto error histórico de haber entregado las armas sin que el Estado colombiano les haya cumplido antes con la totalidad de los Acuerdos. Semejante actitud de Márquez ha copado la paciencia de sus compañeros del antiguo Secretariado que entienden el riesgo de que un ex comandante histórico esté alebrestando a la “guerrillerada” en contra del Acuerdo.

Rodrigo Londoño, suscriptor de los Acuerdos a nombre de las Farc le salió al paso a la peligrosa declaración de Márquez, haciéndole exactamente los mismos reclamos que se le hacen desde la sociedad colombiana que “(...) se fue sin ningún tipo de explicación (a la JEP, por ejemplo) y se negó a ocupar su curul en el Senado (…) al tiempo que le advierte que el compromiso de esa organización es conquistar el respaldo ciudadano a los Acuerdos y no “obtener el aplauso de un puñado de cabezas calientes que anuncian la caída inmediata del imperialismo norteamericano y el triunfo inminente de la revolución socialista mundial”.

Rodrigo Londoño, que conoce a su movimiento por dentro, ha dejado a Márquez y a varios de sus secuaces en evidencia. Son delirantes que siguen creyendo, como hace 50 años, que la lucha armada es la solución a los problemas sociales del país. “Cabecicalientes” que aún hablan de la caída del capitalismo y del triunfo del comunismo. Gente para la que el tren de la historia se congeló en 1918 con el triunfo bolchevique o en 1959 con el del castrismo, pero que no parecen haber visto los horrores de la dictadura estalinista en Rusia o los de Pol Pot y sus Khemeres Rojos en Camboya, ni los de la banda de los cuatro en China. Nunca se enteraron de la caída del muro de Berlín ni de la evolución de Rusia o de China. Márquez es de esos izquierdistas para los que el color del gato sí importa así no cace ratones. Mientras sea rojo, no importa que sea un dinosaurio.

Lo peligroso para los Acuerdos es que Márquez no está solo, Benedicto González, parlamentario de las Farc, salió a respaldarlo escribiendo en su cuenta de Twitter que la carta de Londoño es un error porque “recibe aplausos de la derecha y socialdemocracia. Cae mal en la izquierda y en nuestras bases”. Típico lenguaje comunista de los años cincuenta. Todavía ven la socialdemocracia y el liberalismo como los peores enemigos de la dictadura del proletariado. A esa izquierda decimonónica pareciera que lo que  les molesta no es lo social, sino lo de la democracia.

 

Y para que no quede duda de que los extremos se juntan, en otro trino dentro del hilo de la crítica a Londoño, el representante González recuerda que la consulta interna de las Farc las ganó Iván Márquez.

¿Cómo quién dice que allá también ganó el No e igual reclaman que les robaron el triunfo?

@Quinternatte