La guerra verbal planteada por Estados Unidos contra China marca esta semana, primer gran brote del Covid-19, entre protagonistas, por presunto origen de los siniestros provocados por el virus.

Donald Trump mantiene duro ataque a China, al calificar a esa Nación como irresponsable, según dijo, “Es laboratorio torpe en investigación de pruebas y, donde partió la guerra contra Norteamérica, con 2 millones y medio de contagiados y más 40 mil muertos en la presente semana.

La confrontación tiende a extenderse, tras apoyo de Francia y el Reino Unido, con millón y medio de muertos. Estados Unidos abrió investigación sobre el origen, con interrogante agresivo, al acentuar el choque.   

Colombia busca vitalidad económica y social para todas sus escalas sociales, golpeadas por el receso obligado ante la pandemia; ojalá sin drasticidad, para mantener aislamiento y protección contra el virus, que no tiene cara de pronta ida.  

Bien intencionado está el sentido humano, al comprender a EU con sus víctimas, pero no tiene lógica que reclame alianzas. Otra cosa sería sustentar la culpabilidad China. Las legislaciones mundiales dirán: - ¿Y dónde están las pruebas atribuidas al país asiático?-

La reacción gringa puede generar cambios en política internacional, con el cierre de migrantes a E.U que, según Trump, es para preservar trabajo a residentes en su país ante las pérdidas humanas y económicas. Ojalá sin enfrentamientos, con naciones de todos los continentes.

En medio del virus puede incitar más conflictos crudos que generarían resultados destructores en el hemisferio occidental, mezclando naciones latinoamericanas.

En el orden colombiano, los dolores van por dentro, ante pérdidas en Pequeñas y Medianas Industrias, que no dejan de considerar que un periodo largo de confinamiento para evitar virus puede salir caro, para economía y trabajo, urbano y rural.

Como lo ha señalado esta columna, la ciudadanía centra expectativas frente a empleo y desempleo, para efectiva reactivación. Ojalá se convoque diálogo entre trabajadores, sindicatos, empresarios y Gobierno, como prioridad al trabajo.

El hueco abierto por el virus requiere cubrimiento, con mano de todos a través de aportes tangibles en materia laboral y comercial, para transporte organizado y, distribución cumplida, sin nudos o trancones, en puertas de   municipios, sin mayores recursos.  

Lo exigido para confinamiento obligatorio no requiere drasticidad, si bien se reconoce la valiosa operación nacional de salud, atendida con resultados plausibles. Y el país mejor alejarse, sin tomar partido entre Estados Unidos y China, alrededor del origen del virus.

Sin desconocer dolor de otros, Colombia no puede aplazar el rumbo que busca, para consolidar desarrollo y, menos, para dejarse envolver por peleas entre países, como intenta Trump, en la pista de elecciones y, de apoyos en su país.