Viernes, 9 de Diciembre de 2011
El sábado inicia su segundo mandato consecutivo por otros cuatro años, la presidenta argentina Cristina Kirchner.
En este periodo, la mandataria promete fortalecer su política de fomento al consumo y reindustrialización frente a la amenaza recesiva por las crisis en Europa y Estados Unidos.
"Nada ni nadie nos hará cambiar el rumbo", afirmó la mandataria en un acto el miércoles en el último día hábil de su primer mandato (jueves y viernes es feriado en Argentina), tras haber logrado un fuerte apoyo electoral con el 54,11% de los votos en las generales del 23 de octubre pasado.
La definición de la presidenta argentina preanuncia que intentará mantener su política de fortalecimiento del mercado interno y promoción de la industria y -como lo planteó en las últimas semanas- ampliar el comercio regional para guarecerse de la crisis europea y estadounidense.
La jefa de Estado (58 años) emprende su segundo mandato fortalecida por la recuperación del control de ambas cámaras del Congreso que había perdido en 2009 tras un severo conflicto con las patronales rurales, ante una oposición debilitada por el duro traspié que sufrió en los comicios de octubre pasado.
Sin embargo, un eventual impacto en Argentina de la crisis financiera y económica internacionales constituye el principal desafío de su gestión hasta 2015.
El gobierno ya ha puesto las barbas remojo y redujo los subsidios a empresas y las tarifas de luz, agua y gas a grupos familiares de alto poder adquisitivo, al tiempo que intervino fuertemente en los mercados cambiario y financiero para contener una depreciación del peso y una fuga de capitales.
Cristina Kirchner "inicia su segundo mandato más fortalecida políticamente que en 2007, pero con un cuadro económico más complejo. La crisis global surge como una amenaza al igual que en el resto del mundo", señaló el polítologo Rosendo Fraga, director del centro de estudios de Nueva Mayoría.
Fraga advirtió que "la caída del PIB (Producto Interno Bruto) que sufrió Argentina en 2009 es la evidencia de que el país no es ajeno a este tipo de situación".
La economía argentina creció ese año apenas 0,9%, mientras que entre 2003 y 2008 lo hizo a un promedio de 8% anual y el año pasado 9,2%, aunque para 2012 se espera "una prudente" expansión de 5,1%, según el saliente viceministro de Economía, Roberto Feletti.
En esa línea de continuidad que intenta imprimirle a su segundo período, Kirchner, una abogada peronista de fogoso discurso que concentra los hilos del poder, designó a un gabinete en el que sólo fueron sustituidos los tres ministros que accedieron a cargos electivos.
El secretario de Finanzas Hernán Lorenzino, un experto en negociaciones de la deuda, asumirá el sábado en reemplazo de Amado Boudou, el vicepresidente entrante y a la vez titular del Senado, mientras que Juan Manuel Abal Medina, anterior secretario de Comunicaciones, jurará el sábado el estratégico cargo de jefe de Gabinete en lugar de
Aníbal Fernández, flamante senador.
En tanto, Norberto Yahuar, hasta ahora secretario de Pesca, será el nuevo ministro de Agricultura, en lugar de Julián Domínguez, quien fue designado presidente de la Cámara de Diputados.
Varios de los ministros continúan incluso desde la gestión de su marido y antecesor, el extinto Néstor Kirchner, presidente de 2003 a 2007.
Rodeada de varios colegas latinoamericanos, la mandataria, quien aún luce el luto a más de un año de la muerte de su marido, asumirá el sábado durante un pleno de ambas Cámaras del Congreso donde pronunciará un discurso en el que expondrá los principales lineamientos de su segundo período.
En la ceremonia de toma de posesión en el Parlamento, Kirchner recibirá un bastón presidencial realizado por el orfebre Juan Carlos Pallarols quien recorrió un centenar de localidades argentinas y logró que unos tres millones de personas participaran en el cincelado.
Tras el acto de asunción, la mandataria recorrerá en un auto sin techo los dos kms que separan a la sede legislativa de la Casa Rosada (gobierno) a través de la céntrica Avenida de Mayo, en cuyas aceras se ubicarán sus seguidores, tras un extenso vallado.
La jefa de Estado cambió la tradición de encabezar la jura de ministros en el señorial Salón Blanco de la Casa Rosada por el Museo del Bicentenario, un moderno espacio inaugurado en mayo pasado, contiguo a la sede del Ejecutivo, que cuenta con un gran mural restaurado del mexicano David Alfaro Siqueiros.
Tras recibir a los mandatarios y delegaciones extranjeras, se estima que la presidenta, como lo hizo en 2007, saludará desde uno de los balcones de la Casa Rosada a sus partidarios, que se concentrarán en la histórica Plaza de Mayo, donde se realizará un festival artístico.
AFP