Dinamarca acaba de aprobar una polémica reforma que contempla la confiscación de bienes a migrantes y la imposibilidad de su reagrupación familiar en suelo danés. Tras el visto bueno del gobierno de Lars Rasmussen y la polémica que ha suscitado críticas de organizaciones como Acnur, que calificó la nueva ley de asilo como “una afrenta contra la dignidad de los migrantes y una interferencia arbitraria en su derecho a la privacidad”, vale la pena hacer un paneo general por Europa para analizar las medidas que han adoptado diferentes países para evitar la llegada masiva de extranjeros.
Dinamarca
Después de extensos debates en el parlamento, el gobierno central, encabezado por el Partido Liberal, logró el apoyo del Partido Conservadores, la Alianza Liberal y del xenófobo Partido Popular Danés, para promulgar la polémica ley, después de varias modificaciones del texto que fue presentado en noviembre.
Las medidas contempladas en la ley le confieren a la policía facultades extraordinarias para confiscar bienes poseídos por migrantes que tengan un valor por encima de 1.340 euros y el impedimento a que las familias se reagrupen en el país. Según los legisladores, con el decomiso de los bienes se busca financiar la llegada de nuevos migrantes al país. Sin embargo, queda en el tintero dos interrogantes ¿De qué van a vivir los migrantes? ¿Los va financiar el gobierno antinmigrantes?
Hungría
Quizá Hungría ha hecho realidad la medida antinmigrante más polémica: un muro. En el papel se ve sencillo comprar alambre espinoso, designar tareas a unos obreros y empezar las construcciones. No obstante, la polémica barrera de púas resulta una medida que pocos países, en pleno Siglo XXI, son capaces de hacer.
A lo largo de 170 kilómetros yace un muro espinoso que comparte frontera con la vecina Serbia. Su propósito es atrapar las débiles almas que tratan de saltar a otro país, en búsqueda de la anhelada Alemania. El primer ministro húngaro, Viktor Orban, no sólo dijo que está contento con el efecto que ha tenido la valla sobre los aventuraros que buscan saltarlo, sino que su vez, anunció que de ser necesario construirá otro muro en la frontera con Rumania.
Tal propuesta fue rechazada por el gobierno rumano quien dijo que iría en contra de la “unidad de los húngaros étnicos que viven en Rumania”. Además, alegó que no permitiría la libre circulación por el espacio Schengen de sus ciudadanos, crítica que ha sido reiterada por otros gobiernos como Alemania.
Austria
Si bien Austria no adoptó medidas tan restrictivas contra los derechos básicos de los migrantes, su comportamiento ha sido acorde con la tendencia en muchos países de impedir el libre tránsito, con excesivos controles por parte de la policía.
El gobierno central, que al igual que en Dinamarca y Hungría es de derecha, impulsó un modelo de seguimiento estricto con exigentes controles fronterizos. En entrevista con el periódico Oesterrich, de Viena, el canciller austriaco, Werner Feymann, dijo que “todos los refugiados deben ser controlados”.
Facultado por el ministerio de defensa austríaco, el ejército puede detener a todo aquel que tenga la intención de transitar por el país sin previamente haber pedido una solicitud de asilo en Austria o Alemania. Para ello los efectivos cuentan con un sistema que identifica las tarjetas de identidad que presentan los refugiados. En total, más de 3.000 migrantes han sido deportados desde el país, según informaron funcionarios fronterizos a la Deutsche Welle.
Polonia
Polonia es el país, junto a Hungría, con más ideas xenófobas en Europa. Con la llegada al gobierno del partido Polonia y Justicia (PiS), la agenda nacional se ha vuelto radical, ultraconservadora y reivindicativa de los valores antiliberales. Su objetivo para frenar el arribo masivo de migrantes será la celebración de un referendo que aún no tiene fecha.
Elegido por un abrumador respaldo, el gobierno euroescéptico ganó las elecciones el 25 de octubre y, tras los atentados de París, tan sólo 15 días después, elevó sus comentarios contra los refugiados. En entrevista con el periódico wpolityce.pl, uno de los líderes del PiS, Peter Apel, aseguró que: “el referendo es la mejor manera de evitar las consecuencias políticas. El gobierno tendrá un mandato en la forma de la voluntad de los ciudadanos que hablan claramente que no quieren inmigrantes o quieren inmigrantes”
Apel también dijo que más de un millón de polacos han firmado la petición para que se realice el referendo. Además, sostuvo que el gran error de la Unión Europea (UE) fue haber recibido migrantes. Lo cierto es que el sentimiento antinmigrantes cada vez es más fuerte en Polonia con marchas masivas que convocan, como en diciembre 10 del año pasado, más de 50.000 personas; en comparación Pégida, en Alemania, no es nada.
Alemania y Suiza
Sorprendentemente en algunos estados alemanes también existen prácticas de confiscación de bienes personales como en Dinamarca. El periódico Bild, de Berlín, publicó un artículo cuyo contenido registraba que en estados como Baviera y BadenWürttemberg, los migrantes son requisados por la policía en búsqueda de documentos y dinero.
Según el diario, “Cuando los solicitantes de asilo llegan por primera vez a un centro se les registra en busca de documentos, bienes de valor o dinero. Cuando el efectivo o los objetos superan los 750 euros, pueden ser confiscados”.
¿Incoherencia alemana? Si bien el gobierno central ha sido el principal defensor de los migrantes en la UE, Alemania naturalmente es un país federal que cuenta con estados autónomos que se pueden oponer a los mandatos consignados desde Berlín. Esta es la explicación por la cual el estado de Baviera pasa por encima de Merkel y sus políticas.
Suiza, por su parte, también tiene políticas de confiscación al igual que Baviera y Baden-Württemberg. En este país la barrera a partir de la que la policía puede confiscar es de 1.000 francos (914 euros).
Dinamarca
Confiscación de bienes a partir de los 1.340 euros e impedimento de reagrupación familiar en suelo danés.
Hungría
Construcción de una valla espinosa de 170 kilómetros en la frontera con Serbia.
Austria
Controles fronterizos que buscan deportar a todo aquel que no hay solicitado asilo.
Polonia
Referendo antinmigrantes para cerrarle las fronteras a los refugiados.
Alemania
Confiscación de bienes en estados como Baviera y Baden Württemberg a partir de 750 euros.
Suiza
Confiscación de bienes a partir de los 914 euros.