Gente. Miguel, el escudero de la naturaleza de Yumbo | El Nuevo Siglo
MIGUEL LEDESMA (centro), fundador de la organización de conservación Facy, con un grupo de jóvenes voluntarios en una jornada de reforestación. / Fundación Facy
Jueves, 22 de Febrero de 2024
Redacción Medio Ambiente

Convencido de que es esencial tomar más medidas para afrontar el cambio climático y sus consecuencias para su ciudad, Yumbo (Valle), Miguel Ledesma, se ha dedicado a trabajar en favor de la naturaleza, a través de diferentes proyectos.

Sin embargo, su primera misión no fue ambiental, sino con un enfoque social y tuvo como epicentro el barrio marginal Panorama, en el norte de Yumbo, el cual hasta finales de la década de 1990 aún no había sido reconocido en los planes oficiales de ordenamiento territorial, por lo que no disponía de servicios básicos como suministro eléctrico, agua potable y alcantarillado.

Ledesma puso remedio a esta situación con un grupo de vecinos, llevando los servicios públicos a la comunidad antes de que lo consiguiera la administración local, y fundó la Junta de Acción Comunal.

“Luego nos enfocamos en convertirnos en una fundación ambiental”, recuerda Ledesma. Le pusieron de nombre Fundación Ambiental Compromiso Yumbeño (Facy), una organización protectora de la naturaleza en el barrio Panorama. Facy refleja la convicción de Ledesma de que es esencial tomar más medidas para afrontar el cambio climático y sus consecuencias para su ciudad.

El principal proyecto que tiene Facy es la reforestación del cerro de La Estancia, una parte fundamental de esa populosa comuna de Yumbo, donde se han levantado centenares de casas. Y poco a poco en este agreste lugar, en medio de fábricas, empezó a crecer un bosque para todos los vecinos.

Crearon un sendero verde, una franja de 500 metros de longitud que se ha conservado como una zona de protección. Lugareños le han contado a la plataforma Diálogo Chino que esta zona pronto adquirió importancia para la comunidad por ser una de las pocas zonas de vegetación que quedaban en el barrio.

Sin embargo, meses después, cuando continuaban plantando árboles en La Estancia, esta fue invadida por decenas de familias empobrecidas. Derribaron parte de la vegetación reforestada y ocuparon las tierras. “Dañaron todo lo que habíamos logrado. Uno que otro árbol que llegaba al cauce se salvó, pero por lo demás, prácticamente todo quedó afectado”, dice Ledesma.

Luego de esta invasión, Facy tomó la decisión de cambiar su enfoque hacia la horticultura, potenciando el conocimiento campesino que muchas de las familias ya poseían e intentando un nuevo camino.

“El enfoque consiste en educar y capacitar para intervenir ecosistemas, parques, jardines, zonas verdes, espacios públicos, patios y huertas caseras, procurando que cumplan funciones ecológicas, sociales y paisajísticas. Es educar para pensar, capacitar para actuar e intervenir para mejorar las condiciones ambientales y la habitabilidad del entorno (beneficio colectivo)”, señala.

Colaboración

Para desarrollar sus proyectos, Facy ha obtenido recursos de la Secretaría de Planeación Municipal, empresas de la Alianza Empresarial de Yumbo y Juntas de Acción Comunal en áreas circundantes al proyecto, lo que mejoró significativamente la implementación de las actividades.

También han contado con la colaboración de actores internacionales como el proyecto Adapto (Adaptación al Cambio Climático en Asentamientos Informales), que busca la creación de condiciones de crecimiento y la transferencia de estrategias informales de adaptación en ciudades pequeñas y medianas para su integración en las políticas públicas.

Según Adapto e investigadores de la Universidad del Valle, la realidad del barrio Panorama es la realidad de América Latina, una región que tiene un marcado déficit de infraestructuras urbanas preparadas para hacer frente a los impactos del cambio climático.

El epicentro

En un artículo publicado originalmente en Diálogo Chino, se describe a Yumbo como una ciudad industrial ubicada en el Valle del Cauca, cerca del Pacífico colombiano.

Señala que se convirtió en un refugio para miles de personas desplazadas por la violencia que ha afectado al país durante más de 50 años, alcanzando así entre 1975 y 2015 la tasa de crecimiento más alta de todo Colombia, más que las ciudades más importantes, como Bogotá, Medellín o Cali, la capital del departamento.

La industria y el comercio de la ciudad –sus fábricas producen cosméticos, artículos de construcción, papelería y alimentos– han generado elevados ingresos. Sin embargo, en todo Yumbo, cuatro de cada diez personas viven en pobreza.

Y, según Oswaldo López Bernal, profesor de arquitectura de la Universidad del Valle, investigadores han descubierto que la contaminación generada por las fábricas eleva la temperatura de Yumbo unos cinco grados, en promedio, por encima de la de los otros barrios de Cali, ubicados a tan solo unos minutos de distancia, al sur.

Estas paradojas han exigido mucha imaginación y perseverancia a los habitantes de Yumbo preocupados por el ambiente.

Soluciones creativas

Además, se explica en el artículo de Diálogo Chino que al oeste de Panorama se encuentra el barrio Las Américas. Aquí, varios grupos se han unido para tratar de hacer frente a las inundaciones causadas por las fuertes lluvias.

Con el apoyo del Laboratorio de Intervención Urbana –un grupo de profesores investigadores de la Universidad del Valle que trabajan en procesos comunitarios relacionados con el cambio climático–, residentes y líderes locales idearon dos mecanismos de desagüe: el sistema de drenaje urbano sostenible (SUDS) de bajo costo y un sistema de filtración, basado en un colector de aguas pluviales.

Finalizados en 2021, ambos tienen como objetivo reducir el riesgo de inundaciones y suministrar agua a los nuevos huertos comunitarios.

Para el colector de aguas de lluvia tuvieron que ser muy creativos. Construyeron gradas en los alrededores de la cancha de fútbol que servirían para filtrar y almacenar esta agua.

Esta infraestructura de aguas pluviales se instaló bajo tierra y se pavimentó, rodeando el campo de fútbol, y además funcionó como un sendero peatonal que mejoró la calidad del espacio público.

Este enfoque de infraestructura ecológica y económica permite que las aguas pluviales se retengan y se filtren gradualmente en el suelo, en lugar de sobrecargar la capacidad de este y el sistema de alcantarillado para la absorción y gestión del agua.

Sembrando

Viviana Marín, una mujer de 40 años que estudia enfermería, vive en el barrio Panorama desde los nueve años. Forma parte de la iniciativa de Huertos Comunitarios, que también respalda la reforestación del cerro La Estancia.

Esta iniciativa busca combatir la inseguridad alimentaria y concienciar a la comunidad sobre la importancia de la conservación del medioambiente a través de sesiones de formación y la creación de huertos domésticos.

También aprenden sobre sistemas de compostaje y gestión de residuos, y tienen el objetivo de fomentar la autonomía alimentaria y promover alimentos con valor cultural. Viviana ha sembrado repollos, cilantro, zanahoria, hierbas medicinales y aromáticas. Dice que ella sabía cómo hacerlo porque su papá es un campesino del Cauca y le enseñó las bases, y en el proyecto mejoró la técnica.

Del huerto de Viviana también han salido plantas para el sendero que cuida Ledesma en el cerro de La Estancia. Este trabajo conjunto la ha llevado a desarrollar una fuerte conciencia ambiental en Yumbo. “¿Cómo sería nuestra vida sin todos estos árboles? Tendríamos pura contaminación”, concluye.

MIGUEL LEDESMA (centro), fundador de la organización de conservación Facy, con un grupo de jóvenes voluntarios en una jornada de reforestación. / Fundación Facy

VISTA DE Panorama, un asentamiento informal de la ciudad de Yumbo, Colombia. / Gonzalo Lizarralde