En el marco del concurso internacional Solar Decathlon Latin America and Caribbean 2019, el equipo Universidad Nacional Open Arquitecture (UNOA Team), integrado por 65 estudiantes de 16 programas de la Institución, construyó una casa ecoproductiva a escala real con energía solar.
El Departamento de Energía de Estados Unidos, entidad organizadora de esta competencia académica, desafía a los equipos estudiantiles a construir viviendas que integren de la mejor manera posible la excelencia del diseño, la producción inteligente de energía con innovación, su potencial de mercadeo y el uso eficiente de energía y agua.
En la versión 2019 del Solar Decathlon, realizada en Cali, en la Universidad del Valle, el UNOA Team compitió contra propuestas habitacionales de ocho equipos de universidades nacionales y extranjeras.
La propuesta de vivienda para el futuro del UNOA Team giró alrededor de cuatro conceptos relacionados con PV (Productive Vecinities - vecindades productivas).
El primero es la polivalencia, asociada con el principio de que la construcción se debe adaptar a las personas y no al contrario, como ocurre con la arquitectura inmobiliaria tradicional. La estructura de la casa cuenta con seis muros deslizables o móviles que permiten adaptarla hasta con 32 configuraciones distintas.
Andrés Ibáñez, docente de la Escuela de Arquitectura y Urbanismo de la Facultad de Artes de la UNAL y director del proyecto, comentó que este concepto les facilita a los usuarios la definición autónoma de su espacio.
La flexibilidad y el dinamismo de la casa se complementan con un sistema mobiliario multifuncional, es decir con muebles que se adaptan a las necesidades físicas de cada persona, como por ejemplo con quienes tienen una limitación o discapacidad de movilidad.
El segundo concepto es Post-Virendeel, sistema estructural que admite una casa sin columnas en la parte central del espacio. Presenta dos estructuras modulares en lados opuestos, en forma de retícula ortogonal, que permiten cubrir grandes distancias entre los apoyos sin utilizar columnas.
El propósito fue obtener una mayor accesibilidad y disminuir el tiempo de construcción, logrando el récord de prefabricación de una semana y un ensamblaje de dos días.
El tercer elemento de las PV es el sistema fotovoltaico (Photovoltaic), que recolecta energía solar a través de ocho paneles monocristalinos de alta eficiencia. Camilo Ramírez, estudiante gerente del proyecto UNOA, comentó que el 100 % de la energía consumida en la vivienda será generada por los paneles.
El sistema fotovoltaico está mezclado con una cubierta verde o material vegetal vivo que genera una sinergia, de modo que las plantas refrigeran los paneles mediante la evapotranspiración, lo que aumenta la eficiencia de la energía hasta en un 12 %. A su vez, la sombra del panel protege las plantas de altas temperaturas.
El objetivo de la propuesta de urbanización UNOA Team, que agrupa 120 viviendas en una hectárea, es recuperar zonas deterioradas de Cali mediante viviendas que mezclan usos productivos, es decir convertir el conjunto en una planta energética autosuficiente que permita intercambiar energía entre vecinos, para lo cual se desarrolló una aplicación que facilita la venta o compra.
Como el objetivo no es solo ayudar a cuidar el medioambiente sino revertir los daños, la cubierta vegetal de la casa está pensada para capturar gases de efecto invernadero, como el CO2, y liberar el oxígeno. Así mismo, la pintura se compone de elementos especiales que en su proceso de secado remueven contaminantes del aire.
Manejo de aguas
Deisy Andrea Calderón, ingeniera química y líder de sostenibilidad en “La Casa del Futuro”, contribuyó junto con otros dos estudiantes al proyecto con el sistema H2O-ECO, para controlar la cantidad de agua utilizada al bañarse, que equivaldría a solo 18 litros de agua. Además se crearon acoples ahorradores para las griferías, que reducirían hasta en un 85 % el desperdicio de agua.
Por su parte, el profesor Leandro Hoyos Urrea, de la Facultad de Artes de la UNAL, aportó con su emprendimiento SECCO una solución de sanitarios ecoamigables que no requieren de agua, con lo que se ahorrarían 22.000 litros por persona al año. El sistema funciona con material granular (tierras, arenas, gravillas) que separa los desechos sólidos de los líquidos convirtiéndolos en fertilizante para uso agrícola. La orina se descontamina hasta conseguir agua óptima para regar jardines.
Además, la estudiante Brenda Paola Chamorro, de Ingeniería Química de la UNAL Sede Manizales, desarrolló un sistema potabilizador de aguas lluvias, el cual remueve compuestos como plaguicidas, grasas, aceites o detergentes perjudiciales para la salud, e incluye la aplicación de cloro, dejando el agua apta para consumo humano.
La vivienda del UNOA Team está patrocinada por más de 20 empresas tanto públicas como privadas. Se espera que los inversores le apuesten a este proyecto para que no quede solo como un modelo funcional, sino que se implemente la urbanización completa de las 120 casas.