EL NUEVO SIGLO: ¿Cuáles son las bases del proyecto y qué busca?
HARRY GONZÁLEZ: El proyecto busca regular la fabricación, distribución y comercialización de pitillos y elementos plásticos de un solo uso hasta erradicarlos de las actividades comerciales en Colombia.
La fundamentación está relacionada con los impactos negativos que genera al medio ambiente y particularmente a las aguas, tanto de los océanos como de los ríos.
Hay distintas denuncias de organizaciones protectoras del medio ambiente, especialmente, la organización ecologista Greenpeace, que han evidenciado el daño que vienen generando a los ecosistemas los pitillos o los restos de estos productos.
El proyecto también busca una reglamentación para establecer los plazos para lograr desestimular el uso de estos productos plásticos de un solo uso.
ENS: ¿Por qué la necesidad de implementar este proyecto en Colombia?
HG: La necesidad es evitar la contaminación marina en el país, debido a que los estudios han demostrado que especies marinas se ven afectadas por la contaminación que generan los cubiertos plásticos, los vasos plásticos, los pitillos y los mescladores.
Estos elementos de un solo uso que han sido fabricados a base de plástico generan daño. Especies como las aves, las ballenas, los delfines, las focas, el salmón, el atún y las tortugas han sido muy afectadas. Y en Colombia también, pese a que no hay estudios aun contundentes, hay una amplia contaminación de fuentes hídricas en todo el territorio nacional y se ven muy afectadas también las redes de alcantarillado por este tipo de basuras.
ENS: ¿Qué referencias tiene de otros países que hayan implementado el no uso de estos elementos y les haya funcionado?
HG: Hay antecedentes de legislaciones en ese sentido. Hay países europeos y estados en los Estados Unidos y algunos países latinoamericanos donde se ha notado cómo avanza notoriamente el proteger especialmente las aguas y océanos, buscando desestimular el uso de estos utensilios.
ENS: ¿Cómo se reemplazarían estos elementos que son de uso diario?
HG: Se plantean unos plazos. El proyecto de ley exige unos plazos a 30 meses para garantizar el reemplazo tanto en la fabricación, distribución y comercialización de los productos. En algunos casos, evidentemente no se requiere utilización. Y en otros casos, la idea es tener productos que sean fabricados con materiales biodegradables u otro tipo de materiales como, por ejemplo, yuca o plásticos naturales.
La idea es que sean entidades del Estado las que ayuden a regular estos aspectos, especialmente el Ministerio de Ambiente y el Ministerio de Industria y Comercio. Ahí la ley emite un mandato a estas agencias del Estado para que establezcan la reglamentación al respecto.
ENS: En caso de que se apruebe el proyecto, ¿qué pasará con aquellos establecimientos que los sigan usando?
HG: El proyecto establece que una vez vencidos esos plazos se implementen unas multas para las personas naturales o jurídicas que incumplan el mandato que establece esta ley. Esas multas oscilan entre sanciones que podrían variar de 10 a 500 salarios mínimos legales vigentes por vulnerar estas normativas. También de acuerdo a la reglamentación que haga el Gobierno nacional al respecto.
ENS: ¿Cuál es la probabilidad de que el proyecto sea aprobado por el Congreso?
HG: El proyecto está muy interesante y si los ciudadanos nos apoyan, vamos a lograr la aprobación de esta nueva regulación del uso, fabricación, comercialización y distribución en estos plásticos. Vamos a terminar prohibiendo la utilización de pitillos plásticos en Colombia.