Las regulaciones comerciales para decenas de especies que están amenazadas por el tráfico ilícito ligado a la sobreexplotación, la pesca descontrolada o la caza indiscriminada, fueron actualizadas por la Conferencia de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres.
Entre las especies se encuentran desde peces y árboles de alto valor comercial hasta mamíferos como jirafas. También se sanciona la venta de anfibios y reptiles como mascotas exóticas.
Especies marinas
La CITES continuó la tendencia de aplicar cupos y permisos comerciales para promover la pesca comercial sostenible y decidió añadir 18 especies de tiburones en un listado que contempla diferentes niveles de protección contra la sobreexplotación.
Entre ellos están los peces guitarra de nariz negra y de nariz afilada, muy apreciados por sus aletas y considerados en peligro, y el tiburón marrajo, entre otros.
También se trató la situación de las anguilas, el pepino de mar, las conchas y las tortugas marinas, los corales preciosos, los esturiones y los caballitos de mar.
Además, durante la Conferencia se instó a México a movilizar a las autoridades y a la marina para impedir que los pescadores y los buques entren en el refugio de las vaquitas marinas, una especie al borde de la extinción en el Golfo de California, y encomendó a la secretaría de la CITES a evaluar la eficacia de esas medidas para finales de 2019.
Declive de jirafas
Tras la disminución de entre un 36 y un 40% de la población de jirafas debido a la pérdida de hábitat y otras amenazas, se les añadió al listado de especies que no están necesariamente amenazadas de extinción, pero que pueden llegar a estarlo a menos que el comercio se controle estrictamente.
Las nutrias asiáticas se enfrentan a las mismas amenazas que las jirafas, pero fueron incluidas en una categoría más restrictiva que prohíbe su comercio.
Las vicuñas recorrieron el camino inverso. Su población creció en Bolivia, Perú y parte de Argentina, mientras que la de los cocodrilos americanos aumentó en México.
Además, se reconoció el papel fundamental que desempeñan las comunidades locales e indígenas que viven en la primera línea de la conservación y la gestión sostenible de la vida silvestre, así como la necesidad de que cuenten con los ingresos y medios de subsistencia adecuados.
“La humanidad necesita reaccionar a la creciente crisis de extinción transformando la forma en que manejamos los animales y plantas silvestres del mundo. Seguir como de costumbre ya no es una opción”, dijo la secretaria general de la CITES, Ivonne Higuero.
La 18ª Conferencia de las partes de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres contó con la asistencia de 169 Estados miembros (más la Unión Europea) y unos 1700 delegados, observadores y periodistas. La próxima edición se celebrará en Costa Rica el año 2022.
Otros acuerdos
Se adoptó la Visión Estratégica de la CITES posterior al año 2020, posicionándola como líder en la tarea de promover un cambio transformador; la sostenibilidad ambiental, económica y social; y el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030.
Se acordó también aumentar las cuotas para la caza de trofeos de rinocerontes negros machos adultos, pero no se aceptó el comercio de cuernos de rinoceronte blancos del sur de Eswatini (Swazilandia) y de animales vivos y trofeos de caza de Namibia.
Se revisaron las medidas para la exportación de elefantes africanos vivos a “destinos apropiados y aceptables”, según las cuales las exportaciones fuera de su área de distribución natural sólo se permitirán en “circunstancias excepcionales”, en consulta con los órganos pertinentes de la CITES y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y los Recursos Naturales UICN, y sólo si proporcionan “beneficios de conservación in situ”.