Alfonso Orduz Duarte | El Nuevo Siglo
Sábado, 3 de Enero de 2015

“Determinación que crea mayor expectativa año por año”

A TRAVÉS DEL TEODOLITO

Salario mínimo

Una  de las determinaciones nacionales que crean una mayor expectativa año por año es precisamente la fijación del valor del salario mínimo. Teóricamente debe llegarse a esa decisión con los representantes de los trabajadores o sea de quienes deben ser objeto del salario. Difícilmente se logra y fatalmente se llega a que el Gobierno, de acuerdo con todas las variables y estadísticas que posee, lo fija. Es necesario reconocer que así  como el salario tiene efectos psicológicos, si así pueden llamarse aquellos que se suceden en otros sectores de la economía, los trabajadores que son beneficiados en forma directa del aumento constituyen un porcentaje no muy alto, que son los no sindicalizados puesto que para quienes lo son la fijación del salario, así como otras prestaciones legales y extralegales, se regulan por las convenciones colectivas de trabajo que periódicamente se firman entre empresas y sindicatos.  Jamás, en tanto que el salario mínimo esté vigente, se firmarán o convendrán aumentos inferiores al fijado oficialmente, de suerte que desde este punto de vista, de hecho es un límite inferior infranqueable. En esta ocasión la opinión pública, la que se interesa por este tema, estaba segura de que la opinión de Garzón,  actual ministro de Trabajo y reconocido líder sindical, se dejaría sentir con mayor acento en la fijación de esta variable macroeconómica sería notoria. Sin embargo, por tratarse de una persona racional y parte del equipo gubernamental, tuvo que acogerse a la determinación oficial; no pudo alejarse de las cifras que maneja el Gobierno, una de ellas la  inflación que es uno de los factores que gravitan sobre el salario. Mal podría fijarse un salario por debajo se ésta pues en términos reales significaría una reducción del salario.

Uno de los hechos que gravitan sobre el porcentaje parece increíble. El precio internacional del petróleo. Este ha sido uno de los factores que ha colocado la tasa de cambio del dólar en niveles que no parece que a la corta vayan a tener modificaciones. Quienes perciben ingresos en esta moneda, los exportadores básicamente, han visto llegar la compensación de varios años de serias dificultades. Hablemos de los cafeteros. Para ellos se acabaron los paros y las manifestaciones de inconformidad a los cuales se habían acostumbrado últimamente, o dicho en otros términos, a los cuales habían tenido que recurrir para hacer notar su situación. Por otro lado los ingresos nacionales derivados del petróleo se han visto notoriamente afectados los cuales, según nos lo ha dicho el Ministro de Hacienda van a ser compensados con el aumento en el precio de la divisa.  También debe ser cierto que el pago de la deuda externa en divisas nos va a costar más. No se ha cuantificado este efecto que no debe ser despreciable. En fin, estas y otras consideraciones van a gravitar sobre la economía y sobre los trabajadores quienes seguramente en este año van a ser testigos de cifras de inflación que afectarán sus bolsillos.  El Gobierno debe que estar preparado para inquietudes de los trabajadores.