Al anunciar el funcionamiento del Centro para Aprovechamiento de los Acuerdos Comerciales, el director de esa oficina, Eduardo Muñoz Gómez, aseguró que su gestión se enfocará en cinco frentes que serán la clave para cumplir con el objetivo que se fijó el Gobierno al crear esa instancia: coordinar múltiples acciones, con otras entidades del Gobierno, para que los empresarios le saquen el máximo beneficio a los acuerdos comerciales.
Sin embargo, el tema sanitario es uno de los principales desafíos. El reto es lograr que efectivamente los productos colombianos cumplan con las normas que exigen los mercados. En este punto se trabajará con entidades como el ICA y el Invima que son las responsables de ejecutar acciones para hacer posible esa admisibilidad.
Un segundo frente en el que se concentrará el Centro que dirigirá Eduardo Muñoz es el de diseñar estrategias para resolver las barreras en el tema de la calidad, es decir, habrá una agenda relacionada con la ejecución de acciones que garanticen el cumplimiento de reglamentos y normas técnicas y de etiquetado, por ejemplo.
El tercer ámbito de trabajo será la facilitación del comercio, para lo cual se desarrollarán agendas con las entidades responsables de trámites aduaneros, inspecciones en puertos y aeropuertos y vistos buenos, entre otros.
Adicionalmente, partiendo de que la infraestructura y el fortalecimiento de la capacidad institucional son prioritarios para lograr que, efectivamente, los productos de exportación lleguen a sus destinos en forma oportuna, este será un cuarto aspecto que abarcará la agenda del Centro de Aprovechamiento de los Acuerdos Comerciales. En este caso, también se trabajará de cerca con las entidades competentes, tanto del Gobierno como privadas.
La estrategia también comprende el desarrollo de un plan de acción con los empresarios para avanzar en la interlocución entre éstos y las entidades del Estado. En ese sentido, es necesario promover que estén organizados y puedan articular adecuadamente sus necesidades.
De otro lado, y a partir del trabajo adelantado por la Oficina de Aprovechamiento del TLC con Estados Unidos, el Centro próximamente agilizará la agenda para identificar los sectores con mayor potencial exportador a los nuevos mercados. “Nos enfocaremos, incluso, en productos que ya se exportan, pero que enfrentan dificultades claras para poder ingresar”, enfatizó el ex embajador ante la OMC.
Una vez se haya identificado esa oferta exportable, el centro la validará con los empresarios en las distintas regiones del país. Sobre el particular, el funcionario recalcó que el reto del Centro es que sus servicios lleguen de manera directa y oportuna a todo el segmento empresarial. Dentro de éste conviene dar particular atención a las Mipymes.
Tan pronto se haya concertado el listado de productos exportables e identificado los obstáculos que limitan su acceso a los nuevos mercados, se desarrollará un plan de acción con las entidades responsables en las distintas áreas para resolverlos.
Posteriormente, se hará un seguimiento permanente para medir el impacto de las acciones y determinar qué tanto se avanza en la solución de los cuellos de botella. “Los empresarios tienen que retroalimentarnos para saber si efectivamente se están mejorando las condiciones para que los productos ingresen a los mercados internacionales sin dificultades”, argumentó.
El ex embajador de la OMC fue enfático al señalar que el Centro no va a suplantar ni a duplicar las tareas que hacen las entidades del sector. El Ministerio tiene unas funciones claras relacionadas con el diseño y ejecución de las políticas de comercio y desarrollo empresarial. Lo propio ocurre con Proexport que se dedica a la promoción de las exportaciones, la inversión y el turismo. Es claro que cada entidad hace una gestión específica, en la cual el Centro no se involucrará, explicó.