Los abogados del ex primer ministro y magnate de las comunicaciones Silvio Berlusconi tildaron este jueves de "injusta" la condena definitiva a cárcel por fraude fiscal del líder conservador y anunciaron que recurrirán ante la justicia europea.
"Vamos a tomar la iniciativa más útil, incluso recurrir al Tribunal Europeo (de Justicia) para lograr que esa sentencia injusta sea modificada radicalmente", anunciaron los abogados, Franco Coppi y Nicoló Ghedini.
Confirman condena de cárcel a Berlusconi por fraude fiscal
La Corte de Casación italiana infligió este jueves un duro golpe al ex primer ministro y magnate de las comunicaciones Silvio Berlusconi al confirmar en forma inapelable la condena a cárcel por fraude fiscal por el caso Mediaset.
Los cinco magistrados del tribunal supremo rechazaron en cambio la sentencia de inhabilitación a ejercer cargos públicos durante cinco años y pidieron que el caso fuera de nuevo examinado.
Berlusconi, de 76 años, que había sido condenado en primera y segunda instancia a cuatro años de cárcel, reducidos a un año gracias a una amnistía, no deberá cumplir la condena en la cárcel por razones de edad.
'Il Cavaliere' fue condenado por fraude fiscal en la adquisición entre 2000 y 2003 de derechos televisivos para su imperio audiovisual, el grupo Mediaset.
Se trata de la primera condena definitiva para Berlusconi desde que éste se lanzó a la política, en 1994.
Si bien ha protagonizado numerosos líos judiciales, 'Il Cavaliere' siempre se había salvado gracias a prescripciones, despenalizaciones o suspensión de los procesos.
La lectura de la sentencia fue pronunciada tras más de siete horas de deliberaciones a puerta cerrada.
Cientos de periodistas de todo el mundo esperaron durante horas bajo un sol ardiente frente al Palacio de Justicia, mientras Berlusconi se encuentra encerrado en su céntrica mansión privada de Roma junto con sus consejeros más cercanos.
Toda la zona alrededor de su residencia privada, el palacio Grazioli, ha sido cerrada a la circulación, incluso a los peatones, para evitar problemas de orden público.
Berlusconi fue condenado por aumentar artificialmente el precio de los derechos de difusión de filmes, comprados por sociedades pantalla de su propiedad y vendidos a Mediaset, un sistema que permitía al grupo reducir los beneficios en Italia y pagar menos impuestos. Se calcula que el fisco dejó de recibir unos 7 millones de euros.
Sus abogados intentaron el miércoles salvar a Berlusconi y demostrar que no era el responsable directo entonces de su imperio televisivo.
El ex primer ministro, actual senador, mantendrá su curul de parlamentario, pero su condición de condenado va a generar mucho nerviosismo y problemas entre la clase política italiana, en un momento particular tras el pacto alcanzado en abril entre las dos mayores formaciones políticas, el Pueblo de la Libertad (PDL) de Berlusconi y el Partido Democrático (PD, izquierda) para sacar al país de la crisis económica y social que atraviesa tras unas elecciones ajustadas.
El primer ministro, Enrico Letta, dirigente del PD, la mayor fuerza de gobierno, va a encontrar serias dificultades para explicar a su electorado que gobierna con una persona condenada en forma definitiva por la justicia por fraude fiscal.
Algunos sectores del PD quieren aprovechar la ocasión para hacer caer el gobierno del moderado Letta, acusado de otorgar excesivas concesiones a la derecha, y presionan para volver a las urnas.
Por su parte, Berlusconi ha mantenido una inusual prudencia, ha evitado desacreditar a los magistrados, como hace de costumbre, y ha repetido en varias ocasiones que no piensa retirar el apoyo al gobierno de coalición si era condenado.
'Il Cavaliere' se ha enfrentado a más de 30 procesos penales en los últimos 30 años.
Entre los casos más conocidos figura el de la Logia masónica P-2, por el que fue sentenciado en la década de los 80 a prisión y posteriormente amnistiado, y el de la joven marroquí Ruby, por el que fue condenado el pasado 24 de junio en primera instancia a siete años de cárcel por prostitución de menor y abuso de poder, una sentencia severa que puede recurrir en dos ocasiones./AFP