La temporada de lluvias de inicio de año trajo 600 milímetros de agua sobre la ciudad y sus alrededores en solo unas cuantas horas , lo que ocasionó el desbordamiento de los ríos Mocoa, Mulato y Sangoyaco, con una avalancha que sepultó a 17 barrios de la capital de Putumayo. La tragedia provocó, hasta el momento, la muerte de 238 personas y dejando a miles damnificadas. (Lea también Catástrofe: avalancha en Mocoa deja 203 muertos)
Generalmente, en esta zona del país caen 10 mil milímetros de agua al año, pero en la madrugada del 1 de abril cayeron 600 en pocas horas. El director de la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Sur de la Amazonía, Corpoamazonía, Luis Alexander Mejía, explicó a diferentes medios de comunicación que “la desbastadora tragedia que vive hoy Mocoa ya había sido advertida, pues esta entidad previamente había hecho unos estudios en donde alertaba que este tipo de acontecimientos podrían pasar”.
“Hace nueve meses hicimos un taller con el Servicio Geológico Colombiano donde advertimos que esto podía pasar por el uso inadecuado de los suelos que agrava este tipo de eventos”.
El funcionario además afirmó que varios municipios amazónicos, incluido Mocoa, no habían actualizado su Plan de Ordenamiento Territorial (POT), por lo cual ha sido complejo concertar e implementar los determinantes ambientales en esta zona. (vea también Así fue la tragedia de Mocoa)
Otro factor determinante es que Putumayo se convirtió en el quinto departamento de Colombia que más pérdida de capa vegetal ha tenido, pues hasta 2015 habían sido deforestadas 9.000 hectáreas. Lo que implica que la tierra, que está compuesta en gran parte por ceniza volcánica, se impregna de humedad y con el agua de lluvia causan estragos.
Mejía afirmó que es urgente restaurar dichas zonas. Si bien predecir el momento exacto en que ocurrirá un evento como este es casi imposible, la ciudad estaba advertida.
"Voz de aliento"
"Estoy profundamente apenado por la tragedia que golpeó Colombia", dijo el papa Francisco durante una misa en Carpi (norte de Italia), una "voz de aliento" que Santos agradeció en Twitter, así como las múltiples expresiones de solidaridad de todo el mundo.
"Rezo por las víctimas y quiero asegurar mi cercanía con quienes lloran a los desaparecidos", agregó el sumo pontífice, cuya visita a Colombia está prevista para septiembre.
Esta avalancha supera al último gran desastre natural de Colombia, un deslave en Salgar que dejó 92 muertos en mayo de 2015.
Las fuertes lluvias en Sudamérica no solo han golpeado a Colombia, también han afectado a Perú, con 101 muertos y más de un millón de damnificados, y a Ecuador, con 21 muertes desde enero y más de 9.000 familias afectadas.