Yihadistas fueron expulsados de base clave en Raqa | El Nuevo Siglo
Lunes, 22 de Junio de 2015

Las fuerzas kurdas, con ayuda de los bombardeos aéreos de la coalición internacional dirigida por Estados Unidos, expulsaron a los combatientes del grupo Estado Islámico (EI) de una base clave en el norte de Raqa, su principal feudo en Siria.

Se trata del segundo revés en una semana de los kurdos al EI tras la toma de Tall Abyad, importante punto estratégico para los yihadistas en la frontera turca.

"Las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo (YPG), apoyadas por la coalición, tomaron la totalidad de Liwa 93 (Brigada 93), situada a 56 km al norte de Raqa", en el norte del país, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

"Las líneas de defensa del EI se desplazaron hasta las puertas de Raqa", haciendo vulnerable esta "capital" del EI en Siria, aseguró a la AFP Rami Abdel Rahman, director del OSDH.

Liwa 93 "también era importante para el EI ya que domina las carreteras que unen Raqa a sus feudos en las provincias de Alepo (oeste) y Hasaké (este)", según él.

El EI controlaba esta base militar desde que expulsó a las fuerzas del régimen sirio en el verano de 2014.

"Los kurdos también entraron en los barrios periféricos de la ciudad de Ain Isa, cerca de la Brigada 93 (...), que cayó militarmente con la caída de la base", precisa Abdel Rahman.

Al menos 26 yihadistas perdieron la vida en los bombardeos de la coalición en esta zona, según fuentes en Raqa.

Los kurdos arrebataron el martes pasado Tall Abyad al EI, que la utilizaban para transportar ilegalmente combatientes y armas desde Turquía.

Gracias a los bombardeos de la coalición internacional, los kurdos están asestando revés tras revés a la organización extremista desde principios de año con la recuperación de la ciudad kurda de Kobane en el norte del país.

Siria es escenario desde hace más de cuatro años de un conflicto a varias bandas entre el régimen, los rebeldes, los kurdos y los yihadistas que controlan partes importantes del territorio. Más de 230.000 personas han perdido la vida en el conflicto, según el OSDH. 

 

- Bombardeo en una mezquita -

 

En la que fuera capital económica del país, Alepo, un bombardeo del ejército del aire sirio provocó una nueva matanza en una mezquita situada en un barrio rebelde de la ciudad dividida.

"Los fieles estaban en plena oración del 'maghreb' (puesta de sol) en una mezquita del barrio rebelde de Ansari en Alepo" cuando el ejército del aire lanzó un barril de explosivos, "matando a 10 civiles, entre ellos dos niños, e hiriendo a una veintena" de personas, según la OSDH que dispone de una amplia red de informantes en todo el país.

Los rebeldes han intensificado por su parte recientemente sus bombardeos en la parte occidental en manos gubernamentales, matando a decenas de personas.

 

- El ejército avanza cerca de Palmira -

 

El ejército sirio controlaba este lunes una ruta de aprovisionamiento de petróleo cerca de Palmira, tomada por el EI, que ha sembrado de explosivos sus tesoros arqueológicos, haciendo temer un desastre en este sitio declarado Patrimonio mundial de la humanidad.

A pesar del envío de refuerzos militares y del intenso bombardeo aéreo de Palmira, en el centro del país, nada permite presagiar un ataque para retomar esta ciudad histórica.

La prioridad del régimen son los campos de petróleo y gas en torno a Palmira, que "alimentan en electricidad a Damasco, Banias, en la costa, y Homs" y es poco probable que "ataque por el momento Palmira donde no cuenta con apoyo popular", asegura Abdel Rahman.

En Washington, el Pentángono anunció el lunes la muerte de un importante reclutador del grupo EI en un ataque de la aviación estadounidense el 15 de junio en Mosul, norte de Irak.

El departamento de Estado norteamericano, que consideraba que su papel era suministrar al EI kamikazes, había propuesto a principios de mayo una recompensa de 3 millones de dólares por informaciones sobre él.

Las autoridades estadounidenses estaban "interesadas" en Tareq ben al Tahar ben al Faleh al Awni al Harzi por su presunta participación en el ataque contra el consulado de Estados Unidos en Bengasi el 11 de septiembre de 2012, en el que murieron el embajador en Libia, Christopher Stevens, y otros tres estadounidenses/AFP.