El número de víctimas fatales por la explosión del Poliducto de Occidente, en Dosquebradas, Risaralda, aumentó a 16, mientras que 52 heridos permanecen en centros clínicos de ese municipio, en Pereira, Manizales y Cali.
Las personas damnificadas están siendo atendidas a través del Comité Local de Prevención y Atención de Desastres en un albergue provisional donde les están brindando alojamiento y alimentación.
Según la lista oficial, las víctimas fatales fueron identificadas como Flor de María Guerrero, Elizabeth Agudelo Guerrero, Argenzola Bueno Moreno, María Fernández, Carlos Arturo Guerrero, Santiago Julián Guerrero, Juan Camilo Maturana, León Jairo Moscoso, Carlos Arturo Navarro Fernández, Carlos Arturo Navarro Valencia, José Elmer Ríos, Natalia Ríos, John Fredy Salazar, Mariela Henao Osorio y Alejandra Ríos Buitrago.
Entre tanto, el Ministerio de Vivienda y Ecopetrol anunciaron que van a suscribir un convenio interadministrativo para poder adelantar la reubicación y reconstrucción de las viviendas afectadas por la tragedia en Risaralda.
Primero se identificará puntualmente cuál fue la afectación en cada una de las viviendas para establecer la intervención requerida y luego que ejecutarán las obras correspondientes.
Según el más reciente censo realizado en la zona, se registran 101 viviendas afectadas, de las cuales 22 resultaron destruidas totalmente.
El Ministerio de Vivienda aseguró que la reparación de las casas se hará de acuerdo a la reglamentación y al mejor esquema de intervención.
Los damnificados están siendo atendidos por Comité Local de Prevención y Atención de Desastres en albergues provisionales y la oficina de Gestión del Riesgo les entregará subsidios de arriendo.
Al mismo tiempo, el presidente encargado de la petrolera, Pedro Rosales, anunció la reubicación del poliducto de Occidente durante un encuentro con autoridades y comunidades de Dosquebradas y advirtió que mientras se dan los estudios para el procedimiento la zona, será vigilada por técnicos e integrantes del grupo de policía de hidrocarburos.
Se trata de medidas que generen seguridad entre los habitantes no sólo de los barrios por donde pasa el poliducto sino del área de influencia que pueden entrar en permanentes estados de angustia y zozobra.