El corredor belga Tim Wellens (Lotto) se impuso en solitario en la sexta etapa del Giro de Italia, este jueves en el alto de Roccaraso (centro), en la primera llegada montañosa de la presente edición de la carrera alemana.
El holandés Tom Dumoulin (Giant) conservó la 'maglia rosa' de líder de la carrera, tras los 157 km de recorrido de esta jornada de media montaña.
El líder del equipo Giant entró cuarto en la línea de meta tras la estela del ruso Zilnur Zakarin y logró aventajar en un puñado de segundos a los grandes favoritos al triunfo final, el italiano Vincenzo Nibali y los españoles Alejandro Valverde y Mikel Landa.
"Estoy sorprendido", admitió Dumoulin, que explicó que afronta el Giro sin haber seguido una preparación específica para las etapas de montaña.
En un final de etapa eléctrico, Nibali atacó a falta de tres kilómetros, pero se vio sorprendido por la contra del holandés, que se llevó a su rueda a Zakarin y a Domenico Pozzovivo.
Finalmente, Nibali cedió 21 segundos con respecto a Dumoulin y 24 a Zakarin, que puede convertirse en uno de los tapados de cara al podio de Turín.
En una jornada en la que los españoles Valverde y Landa se mostraron más cautos, si bien el líder del Movistar sacó siete segundos de ventaja en la meta, varios son los corredores que han presentado su candidatura al podio, además del ya referido Zakarin.
Entre ellos los colombianos Esteban Chaves y Rigoberto Urán. El primero ya destacó en la pasada edición de la Vuelta a España y fue uno de los que mejores sensaciones dio en la subida al Roccaraso, entrando en meta a solo siete segundos del Dumoulin.
- Buen papel de los colombianos -
Inmediatamente después entró Urán, demostrando una vez más que el Giro se le da muy bien al colombiano, carrera en la que ha acabado dos veces en la segunda posición del podio (2013 y 2014).
En la lucha por la victoria de etapa, Wellens se distanció a 15 kilómetros de la meta de sus compañeros de escapada que se formó en dos partes (primero con Zhupa y Bisolti y después se unieron Didier y Lightart).
El belga abordó el ascenso final con más de seis minutos de ventaja, que se redujo a poco más sobre el danés Jakob Fuglsang, el primero de los perseguidores.
Wellens, que el martes festejó su 25º cumpleaños, es una de las esperanzas del ciclismo belga. Dos veces segundo en dos etapas del Giro en su primera participación en 2014, el año pasado ganó el Gran Premio de Montreal y esta temporada se adjudicó la etapa final de la París-Niza.
El belga, adepto de la bicicleta de montaña, celebró el triunfo como lo hacen los especialistas de esta disciplina: cruzando la meta a pie, con la bicicleta levantada en brazos.
El viernes se correrá la séptima etapa, entre Sulmona y Foligno, con 211 km de un recorrido con final favorable para los velocistas, pese a la presencia de un puerto de segunda categoría situado al inicio de la carrera.