Los rebeldes prorrusos trasladaron los cadáveres del lugar en el que se estrelló el avión malasio en el este de Ucrania a trenes refrigerados, mientras que Washington acusaba a los rusos de haber suministrado el misil que derribó al avión malasio.
En unas de las declaraciones que incrimina más claramente a Rusia, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, aseguró que el sistema de misiles que derribó el avión de Malaysia Airlines fue "transferido desde Rusia a las manos de los separatistas" prorrusos.
Kiev aumentó la tensión al publicar la grabación de una conversación interceptada entre dos rebeldes que pretendían ocultarles las cajas negras del avión a los observadores internacionales.
El vuelo MH17 fue derribado supuestamente por un misil tierra-aire matando a los 298 ocupantes y aumentando drásticamente el balance del conflicto que comenzó hace tres meses.
Los insurgentes aseguraron que tenían elementos que parecían las cajas negras, pero prometieron que las entregarían a los "investigadores internacionales en cuanto llegaran".
Un líder rebelde, Alexandre Borodai, explicó el domingo en Donetsk que el traslado de los cadáveres a trenes refrigerados había sido necesario para protegerlos.
"Ayer comenzamos a trasladar los cuerpos porque no podíamos esperar más por el calor y también porque en la zona hay muchos perros y animales salvajes", explicó el líder de la autoproclamada república de Donetsk en conferencia de prensa.
El portavoz de la OSCE, Michael Bociurkiw, describió el olor en la estación de Torez, una ciudad cercana al lugar del siniestro donde están los cuerpos, como "prácticamente insoportable".
Los cuerpos, algunos quemados y desmembrados, quedaron pudriéndose junto a los restos del avión. Los efectos personales también estaban esparcidos a lo largo de varios kilómetros, donde se podían ver maletas, pasaportes, libros y juguetes.
El primer ministro holandés, Mark Rutte, cuyo país ha perdido a 192 ciudadanos en el accidente, habló con Putin y le urgió a "hacerse responsable" de una investigación creíble, durante una conversación telefónica que describió como "muy tensa".
Putin prometió su "entera cooperación" a Rutte para recuperar los cadáveres de las víctimas y las cajas negras del Boeing 777.
"Respecto a la partida del tren con restos de las víctimas y la entrega de las cajas negras (en poder de los rebeldes), él (Putin) ha prometido su entera cooperación", dijo a la AFP un portavoz del gobierno neerlandés bajo cubierta de anonimato.
En otra conversación de Putin, en este caso con el primer ministro australiano, el conservador Tony Abbot, el presidente ruso le dijo que todas las cosas "están en orden".
Abbott no quiso dar detalles sobre lo que discutió con Putin, pero dijo que la responsabilidad ahora es de Moscú, que "debe cumplir su palabra".
- Imágenes "monstruosas" -
El conflicto entre las tropas ucranianas y los rebeldes separatistas, en los que al menos 13 personas resultaron heridas en las últimas 24 horas, continuaba a unos 100 kilómetros de Grabove.
Las autoridades ucranianas dijeron que no podían garantizar la seguridad de los investigadores en la zona de la catástrofe que está controlada por los insurgentes desde el mes de abril.
Kerry, cuyo país ha denunciado en varias ocasiones la falta de seguridad en el lugar, culpó directamente a Rusia de haber proporcionado el arma que derribó el avión.
"Sabemos con seguridad (...) que los ucranianos no tenían un sistema como ese en las inmediaciones en ese momento. Por lo tanto, esto señala obviamente a los separatistas", sostuvo.
El jefe de la diplomacia estadounidense también calificó de "monstruosas" las imágenes del lugar donde cayó el avión y afirmó que los rebeldes estaban entorpeciendo la investigación y el traslado de los cuerpos de las 298 víctimas.
"Hay informaciones de soldados separatistas borrachos apilando cuerpos en camiones, quitando tanto cuerpos como pruebas del lugar", dijo.
El presidente francés, François Hollande, la jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, y el primer ministro británico, David Cameron, amenazaron con imponer nuevas "sanciones" a Rusia si su presidente Vladimir Putin no consigue que los separatistas prorrusos permitan el acceso "total y libre" a la zona donde se estrelló el vuelo MH17, que hacía la ruta Amsterdam-Kuala Lumpur.
"Rusia debe entender que la solución de la crisis ucraniana es más urgente que nunca después de esta tragedia que ha indignado al mundo entero", afirmó en un comunicado la oficina del presidente francés tras la conversación de los dirigentes.
El diario Washington Post aseguró que los servicios de inteligencia de Ucrania tenían imágenes y pruebas de que se habían transportado tres misiles Buk M-1 del territorio controlado por los rebeldes hacia Rusia el viernes por la mañana, tan solo 12 horas después de la catástrofe.
La embajada de Estados Unidos confirmó la autenticidad de las grabaciones publicadas por Kiev el jueves de llamadas interceptadas entre un líder rebelde y un responsable del servicio de información ruso en las que hablaban de haber derribado un avión de pasajeros.
Pero lo que sugieren las autoridades rusas es que el nuevo gobierno de Kiev lanzó el ataque para culpar a los rebeldes y convencer así a sus aliados occidentales para que le ayuden militarmente a combatirlos.
Por su parte, los familiares de las víctimas de la catástrofe, procedentes de una decena de países, pedían que los restos les fueran entregados.
"En este momento solo espero que el mundo pueda ayudar a las familias a recuperar los restos", dijo a la AFP en Kuala Lumpur Zulkifli Abdul Rahman, cuñado de una de las azafatas del vuelo.