Luego de someterse a un proceso de recuperación que duró más de ocho meses, un gavilán de cola corta (Buteo brachyurus) volvió a extender su alas y hoy se encuentra volando el cielo huilense que cubre el Parque Natural Regional Corredor Biológico ‘Guacharos-Puracé’. A esta ave le habían mutilado sus plumas con tijeras para evitar que se escapara del cautiverio.
La difícil y penosa historia de este gavilán fue conocida el 12 de agosto de 2015 mediante un rescate efectuado por la Dirección Territorial Centro de la CAM en el casco urbano del municipio de Garzón, tras el llamado que hizo la comunidad a las autoridades sobre el sometimiento del que era víctima la especie.
El ave ingresó al Centro de Atención y Valoración de la autoridad ambiental del Huila donde fue valorado por el personal médico veterinario. Allí se determinó que se trata de un gavilán adulto, macho, con un peso de 390 gramos y presentaba una mutilación de plumas con tijeras en su ala izquierda. Tras su complicado estado de salud, el ejemplar debía ser remitido a un centro especializado para su recuperación.
El 11 de noviembre de 2015 el gavilán fue reubicado en el Centro de Rehabilitación de Aves Rapaces San Isidro (CRARSI) de la Fundación Águilas de los Andes (FADA) ubicado en la ciudad de Pereira, institución que trabaja por la conservación de las aves rapaces desde hace más de 15 años y es el único centro especializado en Colombia en la recepción y rehabilitación de aves víctimas del tráfico ilegal, cacería y otros accidentes que sufren estas especies.
Allí el gavilán proveniente del Huila fue sometido a un procedimiento quirúrgico realizado por un grupo de médicos veterinarios, quienes le practicaron de manera sigilosa un injerto de plumas, con el propósito que su plumaje volviera a nacer, el ave recuperara su extremidad y lograra volver a volar.
De acuerdo con Edna Fernanda Jiménez Salazar, médica veterinaria de la CAM, "a estas aves rapaces no se les puede remover el plumaje debido a que se corre el riesgo de dañar el folículo piloso y por lo tanto la pluma no vuelve a crecer. En este Centro de Rehabilitación al gavilán se le practicó un injerto de plumas en el ala afectada con el propósito de acelerar el proceso de muda de la pluma”, explicó la profesional.
Este proceso en el que el ave mudó de plumas y recuperó la fuerza en su ala izquierda duró ocho largos meses.
Finalizada la etapa de recuperación en el Centro de Rehabilitación de Aves de Pereira, la CAM trajo de vuelta al gavilán al departamento del Huila para adelantar su proceso de liberación.
“Este gavilán presenta una condición particular y es que la especie normalmente es de pecho blanco y dorso gris, y el que liberamos hoy registra un oscurecimiento en la totalidad de su plumaje, es decir es de color negro, lo que hace que este ejemplar sea muy particular entre miles de su misma especie”, destacó el Director de la CAM, Carlos Alberto Cuéllar Medina
Y fue precisamente durante este último fin de semana, luego de realizar una caminata de más de una hora por la Reserva Natural El Cedral, ubicada en el Parque Natural Regional Corredor Biológico ‘Guacharos-Puracé’ entre Pitalito y San Agustín, área protegida del Huila, donde el Director de la CAM fue el encargado de destapar el guacal donde se encontraba el ave ansiosa por recuperar su libertad y volver a su medio natural.
En cuestión de segundos, el gavilán demostró su fuerza, extendió sus alas, alzó vuelo y se perdió en medio de los árboles y el cielo que conforman este paraíso natural del sur del Huila, demostrando con su aleteo que su proceso de recuperación había terminado con éxito.
Gavilán caminero o pollero
Otro gavilán conocido como caminero o pollero, también fue liberado en su hábitat natural. El ejemplar había sido rescatado el 27 de julio de 2015 por la Policía Ambiental en el casco urbano de Neiva y fue trasladado al Centro de Atención y Valoración de la CAM donde fue recibido y valorado. El ave presentaba ausencia total de plumas primarias y secundarias en sus dos alas, impidiendo su vuelo.
Esta especie inició un largo proceso de rehabilitación física y comportamental en el CAV que duró un año. La recuperación consistió en mantenerlo aislado en una recamara donde se le limitó el contacto con el ser humano y durante doce meses se le reforzó el comportamiento propio de la especie. Transcurrido este tiempo, el ave recuperó su plumaje y la fuerza en sus alas, lo que le permitió ser liberado en la Reserva Natural El Cedral, ubicada en el Parque Natural Regional Guacharos-Puracé./CAM