El papa Francisco tiene claro que la paz en Colombia influirá de manera positiva en todo el continente, declaró el periodista colombiano Néstor Pongutá en una entrevista con el Sistema Informativo del Gobierno (SIG).
Este periodista con 20 años experiencia lleva 17 siguiendo la información del Vaticano y ha vivido los últimos cinco años de pontificado de Juan Pablo II, la muerte del papa polaco, la elección de Benedicto XVI, su renuncia y el cónclave que eligió al primer Papa latinoamericano.
Ha hecho dos especializaciones en informaciones vaticanas y gracias a esa constante permanencia y seguimiento, ha sido el único colombiano que ha podido acompañar a los pontífices desde el avión papal en varios de sus viajes alrededor del mundo y ahora estará en su visita a Colombia.
Pongutá llega a Bogotá este fin de semana para presentar el libro ‘Un tinto con el papa Francisco’, con prólogo del periodista Julio Sánchez Cristo, que resume sus años cubriendo el Vaticano y cuenta cómo es el máximo jerarca católico.
–¿De dónde sale la idea del libro?
Lo paradójico es que la idea del libro nació junto con Editorial Planeta antes de conocer la visita del papa Francisco a Colombia y saldrá un mes antes de su llegada al país.
Todo empezó el 15 de junio de 2015 después del encuentro entre el pontífice y el presidente Juan Manuel Santos, cuando se concretó la participación directa del Santo Padre y del Vaticano en ayudar a facilitar una salida a las negociaciones de paz con las Farc.
En ese objetivo me senté a escribir sobre ese papel silencioso y efectivo que ha cumplido el Santo Padre y cómo animó a los negociadores de las dos partes para evitar un nuevo fracaso.
Para escribir este libro hablé con el presidente Santos, con el jefe de los negociadores Humberto de la Calle, con jerarcas del Vaticano, con el expresidente de Uruguay, el Pepe Mujica; con fieles y personas cercanas al Santo Padre.
–¿Cuál fue la relación de Francisco con Colombia antes de llegar a ser papa?
Colombia fue el primer país que conoció Jorge Bergoglio en el exterior cuando tenía 33 años, en 1970. Desde ese momento nuestra nación quedó en su corazón.
Luego estuvo tres o cuatro veces más en Bogotá en el marco de encuentros de la Conferencia Episcopal Latinoamericana y desde el 13 de marzo de 2013, cuando fue elegido, Colombia no ha salido de sus prioridades y así se lo ha confirmado al Gobierno colombiano y a cada uno de los jerarcas y colombianos que lo han visitado.
Colombia no es un país ajeno para Jorge Bergoglio y eso lo ha demostrado a lo largo de sus más de cuatro años de pontificado. Y a esto hay que sumarle que le encanta el tinto colombiano.
–¿Por qué es importante para Colombia la visita del papa Francisco?
Colombia está viviendo un momento histórico, porque por primera vez en más de medio siglo se encuentra en la etapa de posicionamiento del proceso de negociación con las Farc. En un aparte del libro hablé con el presidente Pepe Mujica y muy claramente me decía que una de las maneras más efectivas para acabar con una guerra es que desaparezca uno de los contrincantes y eso es lo que está pasando en este momento con las Farc. Igual con el Eln está avanzando el proceso de negociación.
Pero es importante que el papa Francisco venga a Colombia a darnos ese mensaje de convivencia, porque además de esos grupos y actores armados, también es importante desarmar los corazones y las palabras de los colombianos.
–¿Qué les va a dejar a los colombianos esta visita?
El lema de la visita es demos el primer paso, pero quizá lo más importante es lo que suceda después de esos cuatro días y medio que estará el papa Francisco en territorio colombiano, porque más que ese primer paso, lo importante es saber entender el valor de la honda huella que dejará el Sumo Pontífice y las tareas que debemos cumplir los colombianos.
Nos hará un llamado a trabajar en la cultura del encuentro, que es simplemente vivir en medio de las diferencias y las divergencias.
–¿Cómo se viven en Roma los preparativos? ¿Qué dicen de Colombia en el Vaticano?
Durante estos años que he podido acompañar a varios de los pontífices en sus visitas apostólicas, son pocos los países a los cuales les ha dedicado tantos días y que sean un solo destino. Y esto demuestra la importancia que le da el papa Francisco a Colombia. Permanecer cuatro días y medio sólo en Colombia en un viaje específico para el país demuestra el empeño y el interés que tiene en lograr los objetivos planeados.
Durante este fin de julio e inicio de agosto, donde las actividades en el Vaticano bajan, el Santo Padre y sus colaboradores están dedicados a escribir los discursos, a conocer cómo avanza la situación interna en Colombia pero sobretodo, cómo hacer para que su presencia, sus gestos y sus palabras sean efectivas para que nos permitan recorrer el camino de la reconciliación.
En cuanto a mis colegas internacionales con quienes estaré en el avión papal, todos los días me preguntan sobre Colombia y quieren saber más sobre el país. Le puedo decir objetivamente que este es uno de los viajes pontificios más esperados en los últimos años.
–¿Qué significa dar el primer paso?
Es precisamente eso. Entender que no es sólo una bella frase, sino un propósito que depende de todos y cada uno de los colombianos.
Recuerdo que el 27 de julio de 2016, cuando íbamos hacia Polonia, tuve la oportunidad de pedirle al Santo Padre que nos diera un consejo a los colombianos para que aprendiéramos a vivir en paz, es decir de alguna manera a dar ese primer paso.
Con una respuesta corta pero contundente me dijo todo. 'Para que Colombia o cualquier país pueda salir adelante, necesita tener tres referencias: memoria de la historia recibida, coraje para enfrentar el presente y esperanza hacia el futuro”.
–¿Cuál será el mensaje de Francisco a los colombianos para que bajemos el tono?
Eso es cierto. Pero la polarización no es de ahora sino de siempre. En el país nos enrollamos en unos debates que parecen no tener salida y muchas veces se llega a extremos. Es incomprensible que el día de la madre y el día del amor y la amistad sean de las jornadas más violentas en Colombia.
Y para frenar esa intolerancia, el papa Francisco seguramente insistirá en sus mensajes que debemos aprender a convivir y a entender que es más rentable trabajar más en lo que une y evitar lo que divide, practicar la cultura del encuentro y del lenguaje.
–Francisco se ha destacado por ser una persona muy sencilla. ¿Qué historias curiosas sobre su vida puede compartir con nosotros?
El papa Francisco habla y actúa con coherencia por los descartados, él prefiere conocer un sitio desde las periferias, pero no solo las geográficas sino también las existenciales.
Por eso es que siempre están presentes los más pobres, los más olvidados y eso es lo que ha hecho siempre.
Recuerdo una anécdota muy especial y es que un día de verano, dando una vuelta por la Plaza de San Pedro, el papa vio que estaba prácticamente vacía.
Le preguntó a su acompañante por qué esa situación y este le contestó que casi todas las personas, por las altas temperaturas, se iban al mar.
Se dio cuenta que de las pocas personas que permanecían allí eran los llamados 'sin techo'. Inmediatamente pidió que les organizaran un bus, les compraran vestidos de baño nuevos, les llevaran pizza. Que a los niños les dieran juguetes para estar en la arena, consiguieran música y bebidas, y que estas personas pudieran disfrutar de un día de mar.
Éstos hechos, que a veces no registran los medios, demuestran la grandeza y el compromiso del papa Francisco con los que piensan que ya nadie los tiene en cuenta.
–En Colombia el Papa estará en Bogotá, Medellín, Villavicencio y Cartagena, en cinco días que marcan una diferencia clara con respecto a sus visitas apostólicas en otros países. ¿Es la paz la razón de esto?
Así es. El papa Francisco ha recibido en tres oportunidades al presidente Juan Manuel Santos. Siempre tiene Colombia presente en sus mensajes desde cualquier lugar del mundo. Tiene claro que la paz en Colombia influirá de manera positiva en todo el continente, precisamente de esa parte del mundo de dónde él proviene.
Para el pontífice argentino la reconciliación es la única manera de salir adelante en un país como Colombia, que ha sufrido y padecido tres generaciones, no digamos en guerra, sino buscando la paz. Aunque es la tercera visita de un papa a Colombia (Pablo VI en Agosto de 1968 y Juan Pablo II en julio de 1986), el hecho de que Francisco es latinoamericano y nos conoce, nos hablará en español, hará que los colombianos lo sintamos más cercano.
–Un mensaje sobre lo que significa este suceso en la vida de los colombianos.
Ante todo hay que entender que el papa Francisco no viene a hacer una visita política, sino pastoral.
Aunque a lo largo de su vida Jorge Bergoglio ha consolidado su catolicismo con su formación y su comportamiento, siempre ha tenido amigos de diferentes religiones, incluso ateos y agnósticos.
Pero como me contaban algunas de estas personas, siempre les llamó la atención que jamás les preguntó por sus creencias o por las razones del credo que practicaban, sino que siempre se preocupó más por lo que hacía cada uno por los demás.
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