La Casa Blanca condenó la nueva masacre en la provincia de Hama en Siria y fustigó la prohibición de las autoridades de Damasco a dejar investigar a la ONU, calificando estos hechos como "una afrenta a la dignidad humana".
"No hay ninguna justificación posible para el rechazo continuo de este régimen a respectar sus obligaciones en los términos del plan (de paz de Kofi) Annan", afirmó el portavoz del presidente Barack Obama, Jay Carney, según quien el rechazo del presidente sirio Bashar al Asad "de asumir la responsabilidad de esos actos espantosos no tiene ningún valor y no hace más que subrayar la naturaleza ilegítima e inmoral de su poder".
Por su parte el enviado de la ONU y la Liga Arabe para Siria, Kofi Annan, expresó "horror y condena" por una nueva masacre en ese país y llamó a "un nuevo nivel" de acción internacional para poner fin a la violencia.
Annan habló ante la Asamblea general de la ONU tras el informe de decenas de muertos, incluidos mujeres y niños, en la ciudad siria de Al-Kubeir.
El ex jefe de la ONU dijo a la Asamblea general que la crisis en Siria se agrava y advirtió que si no se opera un cambio radical "es probable que el futuro sea de represión brutal, masacres, violencia sectaria e incluso una guerra civil abierta".
La reunión está dominada por informaciones sobre la masacre en la localidad siria de Al-Kubeir, donde cuerpos calcinados de mujeres y niños yacen en las casas de este pequeño enclave sunita en el centro del país, luego del ataque presuntamente perpetrado el miércoles por milicias aliadas al régimen de Asad.
"Los responsables de perpetrar estos crímenes deben ser juzgados. No podemos permitir que las matanzas sean parte de la realidad cotidiana de Siria", dijo Annan.
El enviado de la ONU llamó a una acción internacional más enérgica para respaldar el plan de paz de seis puntos, que el presidente Bashar al-Asad no ha instrumentado hasta ahora.
"Debemos lograr la voluntad y los acuerdos para actuar y actuar unidos", dijo. "Las acciones individuales o las intervenciones no resolverán la crisis. Cuando pedimos el respeto de la ley internacional y del plan de seis puntos, debemos dejar claro que habrá consecuencias si no hay cumplimiento".