El pulso que están protagonizando Lewis Hamilton (Mercedes) y Sebastian Vettel (Ferrari) desde el inicio de la temporada vivirá un nuevo episodio este fin de semana en el Gran Premio de Azerbaiyán.
En lo que va de temporada, ninguno de los dos ha logrado encadenar dos victorias seguidas. Hamilton espera ser el primero, en una carrera en Bakú en la que tiene además una revancha por cobrarse.
El tres veces campeón del mundo (2008, 2014 y 2015) fue el gran beneficiado del fin de semana en Canadá hace dos semanas: logró la 65ª 'pole position' de su carrera, alcanzando al ídolo de su infancia Ayrton Senna, y sumó su 56ª victoria en un Gran Premio.
Resultado del éxito: una diferencia con Vettel reducida a la mitad (12 puntos por los 25 a los que estaba antes de la cita en Montreal). El alemán solo pudo ser cuarto, lo que ha fragilizado su liderato en el Mundial y la batalla ha quedado más abierta.
Ese buen papel de Hamilton en Canadá alivió al director ejecutivo de Mercedes, Toto Wolff, decepcionado por la actuación de los suyos en Mónaco.
"Ahora hay que continuar con esa dinámica. Es lo bueno, pero también lo difícil en la Fórmula 1. La última carrera ha quedado atrás", avisó Wolff.
"Es un campeonato largo. Habrá fines de semana en los que seremos buenos y otros en los que lo seremos menos", estimó el dirigente austríaco, anticipándose a posibles decepciones como las de Mónaco o Sochi, dos carreras en las que Vettel sumó una victoria y un segundo puesto, mientras que Hamilton tuvo dificultades (7º y 4º).
- Dos circuitos en uno -
"Bakú es una pista totalmente diferente a la de Montreal, se parece a la de Rusia. Este fin de semana va a ser un reto", señaló por su parte la estrella británica, consciente de que necesita no perder terreno ante Vettel para no complicarse la pelea por un cuarto título mundial.
Hamilton no tiene buenos recuerdos de Azerbaiyán, donde el año pasado chocó con un muro y perdió una rueda de su monoplaza.
Sólo pudo salir décimo en la parrilla y remontó hasta el quinto lugar, mientras que su rival y compañero de Mercedes, el alemán Nico Rosberg, se mostraba intratable (pole y victoria).
El inglés tendrá ahora la ocasión de superar aquel fin de semana aciago a orillas del mar Caspio, con el centro histórico de Bakú como escenario.
El de la capital de Azerbaiyán, novedad de la Fórmula 1 la pasada temporada, presenta la peculiaridad de ser el segundo circuito más largo de la temporada, sólo por detrás de Spa-Francorchamps (Bélgica). Serán 6 kilómetros y según el piloto francés Romain Grosjean es como "dos circuitos en uno".
Una mezcla entre lo que sería el Gran Premio de Italia en Monza -templo de la velocidad- y el de Mónaco -con sus curvas lentas en un circuito urbano-, en una comparación del danés Kevin Magnussen, compañero de Grosjean en la escudería Haas. "Es algo bastante inhabitual", subraya el piloto nórdico.