El tenista español Fernando Verdasco, número 60 del mundo, se impuso en la final del Torneo de Bucarest al joven francés Lucas Pouille, 55 del mundo, por 6-3, 6-2 sobre la tierra batida de la capital de Rumanía.

El tenista madrileño, diez años mayor que su rival, logró así su séptimo título en la ATP, el quinto sobre tierra batida, su superficie preferida, tras una larga temporada de sequía de trofeos. Verdasco no disputaba una final de un Torneo ATP desde su triunfo hace más de 2 años en Houston (Estados Unidos).

En cerca de una hora y cuarto, en un día frío y lluvioso, y ante unas gradas casi vacías, Verdasco no vio en ningún momento peligrar su victoria.

"No era un día fácil para jugar. No fue agobiante pero sí difícil. Cuando llueve tienes que estar concentrado cada instante, especialmente en una final", explicó Verdasco.

"Disputar mi primera final en estas condiciones no fue fácil", indicó su rival francés. "Pero las condiciones eran las mismas para los dos jugadores, y Fernando ha jugado hoy (lunes) mejor que yo", reconoció el perdedor de la final.

El partido, que estaba inicialmente previsto para el domingo, tuvo que ser aplazado al lunes a causa de la lluvia.

El Torneo de Bucarest se disputa sobre arcilla y reparte 463.000 euros en premios.