La venta de agua en bloque es legal, consideró el concejal Jorge Ernesto Salamanca, del Partido Liberal, promotor del debate sobre el tema en el cabildo capitalino.

Los municipios cercanos a la capital del país que se abastecen de agua de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (Eaab) se encuentran en incertidumbre por la prestación del servicio.

Posición del Alcalde

Esta semana, antes de los quebrantos de salud que son de todos conocidos, el alcalde mayor Gustavo Petro ratificó su decisión de no vender agua en bloque a la región y aseguró que hacerlo “es un enorme riesgo para la vida en la región y primero está la vida que el negocio particular”.

Petro sostuvo también que de ser necesario acudirá a las instancias necesarias para defender el principio universal del derecho fundamental al agua, contemplado en la Carta de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas, de la cual Colombia es signataria.

Para el mandatario capitalino, “la gobernanza del agua implica que todas las instituciones (…) puedan concertar con la sociedad un manejo racional que priorice el agua potable y el saneamiento básico sobre los demás usos, lo que nos permita garantizar seguridad energética, seguridad de vida para la región”, apropósito de la inclusión del derecho a estos recursos dentro del Tratado Internacional de Derechos Humanos, por parte de la Organización de Naciones Unidas, ONU.

“Ninguna sociedad racional pone en peligro el agua potable de 10 millones de personas por industrializar y urbanizar los afluentes y las fuentes del agua potable. El agua en bloque, que es un agua para urbanizadores, lo único que hacía era potenciar un negocio particular muy poderoso. Está destruyendo la Sabana de Bogotá, y algo que es muy esencial, el agua que toman 10 millones de bogotanos”, indicó Petro.

El Alcalde explicó que “no va a haber agua en bloque. No vamos a auspiciar, con el dinero público, vía tarifas, que se invierta en el consumo de agua potable y saneamiento básico, el negocio privado de urbanización extensiva de la Sabana de Bogotá y de las zonas de industrialización que están contaminando a tal punto que, la planta de Tibitoc, de los 365 días del año, ya no puede descontaminar y purificar 160 días. Este es un enorme riesgo para la vida en la región y primero está la vida que el negocio particular”.

Por otra parte, el  burgomaestre anunció la posibilidad de construir un nuevo embalse, aguas arriba del Sisga, con fines exclusivos de regulación y cuidado intensivo de los cuatro páramos, eliminando cualquier tipo de licencia minera, de exploración o explotación en ellos.

Con este proyecto se espera también asegurar más fuentes de energía eléctrica para la capital, con líneas de transmisión más poderosas desde El Guavio y Chivor, hacia Bogotá, acelerando las obras para ello, pues llevan 4 años de retraso en su construcción generando riesgos para el abastecimiento energético en Bogotá.

Es legal

El concejal Salamanca criticó la negativa actual de vender agua en bloque a los municipios del departamento de Cundinamarca.

“La venta de agua en bloque no es ilegal. Existe una reglamentación que avala esta clase de negocio. No obstante se debe tener un marco normativo más claro para agilizar dicha venta. Pero la actitud genera distanciamiento con la administración regional de Cundinamarca que llevaría a que el departamento decida crear su propia empresa de acueducto afectando los intereses que tienen los bogotanos con la venta de agua en bloque a los municipios circunvecinos”, dijo Salamanca.

El concejal Salamanca criticó el poco interés de las autoridades ambientales por el control de vertimentos que afectan las aguas limpias y que son expulsados por parques industriales en los municipios de Tocancipá y Gachancipá.

En las próximas semanas, cuando el mandatario se recupere, se conocerá la determinación oficial sobre la venta o no en bloque del preciado líquido.