El gobierno venezolano tiene tendencia a utilizar a Estados Unidos como chivo expiatorio para ocultar sus propios errores, declaró el presidente Barack Obama a la cadena Univisión.
El presidente estadounidense reconoció que bajo su gobierno se han alcanzado récords de deportación de inmigrantes indocumentados, pero aseguró que tiene las manos atadas a causa del Congreso, donde prometió batirse hasta el final para lograr una reforma migratoria.
"Desafortunadamente, hay una tendencia de parte del gobierno venezolano de utilizar a Estados Unidos como excusa para algunos de sus propios errores", declaró Obama a la cadena durante una pausa de su reciente viaje a Arizona.
El presidente fue preguntado sobre la expulsión el pasado 8 de enero de la cónsul venezolana en Miami, involucrada según un reportaje de Univisión en un presunto complot iraní para llevar a cabo ataques cibernéticos contra instalaciones nucleares estadounidenses entre 2006 y 2007.
"No voy a entrar en detalles sobre esto (...) Mi deseo es que podamos ver (algún día) mejores relaciones con Venezuela", dijo Obama al ser preguntado sobre la decisión de expulsar a la diplomática, que conllevó el cierre del consulado por parte de Caracas.
Estados Unidos no renunciará a promover los valores democráticos y el respeto a los derechos humanos en América Latina. "Y eso va a crear algunas tensiones con Venezuela. Pero son tensiones que se pueden manejar", explicó el mandatario demócrata.
Estados Unidos y Venezuela carecen de embajadores desde 2010 y siguen sin hallar un acuerdo para normalizar las relaciones.
El presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, efectuó recientemente una gira por Caracas, Quito, Managua y La Habana, pero Obama aseguró a Univisión que considera a Irán básicamente como "un país aislado".
"En su conjunto Irán nunca ha estado más aislado porque están buscando obtener armas nucleares que violan las leyes internacionales", dijo.
Por otra parte, Obama dijo que "hasta que no obtengamos una reforma migratoria vamos a continuar viendo historias descorazonadoras" de indocumentados separados de sus familias a causa de las deportaciones.
En tres años en el poder, el gobierno Obama expulsó del país a más de 1,2 millones de extranjeros ilegales, un récord.
"Esta es la forma en que nuestro sistema funciona, el presidente no tiene la autoridad de ignorar simplemente al Congreso" cuando éste aprueba presupuestos para aumentar las deportaciones, explicó Obama.
Para compensar esa política, Obama recordó que su gobierno ha decidido dar prioridad a la deportación de indocumentados con antecedentes y ha emprendido una revisión de 300.000 casos pendientes, además de dificultar la separación de parejas mixtas./AFP