El incendio provocado por una devastadora explosión en la principal refinería de Venezuela seguía activo el domingo en la mañana, más de 30 horas después del accidente que dejó 39 muertos y sumió al país en un duelo nacional decretado por el presidente Hugo Chávez.
"En la noche de ayer, nuestros abnegados efectivos bomberiles de (la estatal) PDVSA y de las alcaldías municipales estuvieron batallando contra un viento errático que hizo complejas las operaciones" para extinguir las llamas, dijo a media mañana del domingo el vicepresidente venezolano, Elías Jaua, desde la refinería de Amuay, en el estado noroccidental de Falcón.
"Hoy el fuego continúa confinado a dos tanques de crudo", de los nueve que resultaron afectados tras la explosión, aseguró el vicepresidente, explicando que unas 20 de las 200 familias que vieron sus casas afectadas por el accidente fueron albergadas en una base naval cercana.
Las llamas que salían de los tanques eran de unos 100 metros de ancho y más de 50 metros de alto, y podían apreciarse claramente desde varios kilómetros de distancia, comprobó la AFP.
"¿Qué podría pasar en el peor de los casos? Que no los podamos apagar (los dos tanques) y estimamos por lo menos un par de días hasta que se consuman en su totalidad", explicó por su parte el gerente de refinación de PDVSA, Jesús Luongo, para quien esta posibilidad "no reviste ningún riesgo".
El incendio se desató el sábado de madrugada, luego de una fuga de gas en el patio de tanques de almacenamiento.
El presidente Chávez, que se encuentra en plena campaña para buscar su reelección en los comicios del 7 de octubre, ordenó la apertura de una investigación para esclarecer las causas y decretó tres días de duelo nacional.
El accidente, el peor registrado en un complejo de PDVSA, se cobró la vida de 39 personas, 18 de ellas efectivos de la militar Guardia Nacional Bolivariana (GNB) que custodiaban el complejo y habitaban en sus inmediaciones, así como de 15 de sus familiares. Otros seis cadáveres estaban por identificar.
El sábado por la noche, una quincena de personas seguían hospitalizadas, sin que por el momento se conozca su estado de gravedad.
La refinería se encuentra en una zona residencial y comercial donde viven trabajadores del complejo con sus allegados, así como familias pobres que se instalaron en barriadas de los alrededores.
El domingo por la mañana, algunas personas residentes más allá del perímetro acordonado por las fuerzas de seguridad recogían sus enseres y se disponían a abandonar sus casas afectadas por el accidente, mientras otros mostraban su voluntad de permanecer en el lugar, constató la AFP.
"No tengo miedo. Por el momento dicen que no va a estallar de nuevo" la refinería, dijo Alí Bello, de 60 años, sentado frente a su precaria vivienda con el techo inclinado producto del siniestro.
--Garantizan suministro de combustibles --
Por otro lado, el ministro de Petróleo y presidente de PDVSA, Rafael Ramírez, explicó que el estado de las áreas de procesamiento de la refinería, paralizada desde el sábado, es "de completa normalidad".
"Estamos en capacidad de reactivar nuestra refinería en dos días a partir de que declaremos la zona ya completamente segura", recalcó el ministro de este país con las mayores reservas de crudo mundiales.
Ramírez reiteró que el suministro interno de combustibles no se verá afectado, destacando que en el país hay "cuatro millones de barriles almacenados para cumplir con los requerimientos" y recordando que las otras cuatro refinerías nacionales siguen produciendo unos 735.000 barriles diarios de combustible.
El presidente de PDVSA no se pronunció sobre si la parada de las operaciones en Amuay afectará las exportaciones del país, principalmente a Estados Unidos, su mayor cliente, pero el economista petrolero Rafael Quiroz descartó esa posibilidad.
"El incendio fue solamente en el área de almacenamiento", donde "hay tanques de depósito que sólo se utilizan para efectos de aumento (puntual) de exportaciones, consumo interno o emergencias", dijo Quiroz a la AFP.
La refinería de Amuay forma parte, junto a la de Cardón, del Centro de Refinación Paraguaná, "el más grande del mundo", según Ramírez, y conforme a cifras oficiales produce 955.000 barriles de crudo al día.
La prensa venezolana reseña constantemente problemas y denuncias sobre el estado de mantenimiento de las instalaciones petroleras, que muy pocas veces son confirmados por la compañía estatal.
AFP