Venezuela rechazó este miércoles el informe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que criticó la estructura "decadente" de la estatal PDVSA, y acusó al organismo de ser "enemigo" de la OPEP, en palabras del ministro de Petróleo y Minería, Rafael Ramírez.
La AIE "fue creada para hacerle contraposición a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), de manera tal que las opiniones de la AIE las desestimo, las veo como cuando habla el enemigo", dijo Ramírez en una rueda de prensa.
Son "los enemigos acérrimos de la OPEP", agregó el ministro y también presidente de PDVSA.
Pero otros países del bloque de exportadores de crudo fundado en 1960, como Arabia Saudita, se reúnen frecuentemente con representantes de la AIE, recordó el presidente del Centro de Orientación en Energía, Diego González.
"El que está fuera de eso es Venezuela", afirmó este analista petrolero.
La AIE auguró este miércoles una ardua tarea al sucesor del fallecido presidente Hugo Chávez, que resultará de las elecciones del 14 de abril, entre el oficialista Nicolás Maduro y el opositor Henrique Capriles.
Según la AIE, el próximo presidente deberá enfrentar las urgentes inversiones que necesita la estructura "decadente" de PDVSA, la "reorganización profunda" del sector que esperan los socios extranjeros, y la necesidad de continuar la política social de Chávez, financiada con las millonarias exportaciones petroleras, que en 2012 superaron los 93.000 millones de dólares.
Pero Ramírez aseguró que la compañía estatal "está en condiciones operativas normales" y "enfrascada" en un plan para elevar la producción a cuatro millones de barriles en 2014 y seis millones en 2019, con una inversión de 25.000 millones de dólares este año.
Esos planes involucran un puñado de empresas extranjeras, que desarrollan como socios minoritarios (40%) con PDVSA proyectos en la faja petrolífera del Orinoco, y que deben realizar -no sin resistencia- préstamos a la estatal petrolera para que cubra su participación mayoritaria.
En febrero, la rusa Rosneft acordó pagar 1.100 millones de dólares a PDVSA y prestarle otros 1.500 millones para desarrollar dos campos en la faja, un territorio de 55.314 km2 en el este del país que guarda 220.000 millones de barriles de crudo pesado y extrapesado.
"Los socios se muestran reticentes porque no tienen una cajita fuerte, por eso es que no avanzan ni los proyectos en la Faja ni los de gas costa afuera (...) Además de que PDVSA pretende que los socios hagan lo que ellos dicen en planificación, recursos humanos", afirmó González.
Tras la muerte hace una semana de Chávez, que gobernó desde 1999, la transición política en este país con las mayores reservas de crudo puede ser "estridente", pero no se espera que afecte a la producción si Ramírez sigue estando al frente del sector, vaticina la agencia, brazo energético de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
"PDVSA va a estar movilizada a favor de la revolución bolivariana (...) todo se sigue desarrollando tal y como estaba planeado", dijo el ministro este miércoles.
Según la AIE, al contrario de los programas sociales, lo que sí puede cambiar es la 'petrodiplomacia' que instauró Chávez, en particular con Cuba o Nicaragua, vendiéndoles crudo a precios preferenciales.
Pero según González, romper esos acuerdos será "muy difícil", y recordó que el gobierno ratificó recientemente su solidaridad con Cuba.
Venezuela produce un promedio de tres millones de barriles diarios (mdb), según datos oficiales, aunque la OPEP sostiene que la oferta de crudo del país es de 2,3 mbd.
La AIE también criticó que Chávez dejó en herencia "una producción de petróleo futura en parte hipotecada con acreedores chinos", estimando que el crédito de unos 30.000 millones de dólares concedido por China a Venezuela ha "decepcionado" a Pekín.
Venezuela vende 640.000 barriles diarios de petróleo a China, de los cuales 264.000 se destinan a pagar la deuda que mantiene el país sudamericano con el gigante asiático.
Ramírez también rechazó esos planteamientos y resaltó que están "bien" las relaciones con China, que envió una delegación a los funerales de Chávez y se reunió con Maduro.
AFP.