A 790 se elevó la cifra de personas muertas en las inundaciones que anegaron grandes partes del país.
Tras presentarse el hecho, más de dos millones de tailandeses resultaron afectados.
El número de muertos ha subido en 28 desde el lunes pasado, según el Departamento de Prevención y Respuesta a los Desastres.
Cinco provincias aledañas a Bangkok siguen parcialmente inundadas, casi dos meses después de que el torrente de agua que bajaba del norte llegase a la capital del país.
Esta semana, el gobierno de Tailandia destinó dos fondos especiales de 400.000 millones de bat (unos 12.690 millones de dólares) para combatir las inundaciones.
Thirachai Phuvanatnaranubala, ministro de Finanzas, explicó que 350.000 millones de bat (unos 11.110 millones de dólares) se dedicarán a mejorar las infraestructuras para evitar riadas como las de este año.
El alto funcionario agregó que una bolsa de 50.000 millones de bat (1.580 millones de dólares) garantizará el pago de los seguros y calmará al público y a los inversores extranjeros.
Más de 10.000 fábricas en ocho provincias y unos 660.000 trabajadores han resultado afectados por las inundaciones, según la Federación de Industrias Tailandesas.
Estas inundaciones comenzaron a fraguarse con las lluvias de julio y prosiguieron ininterrumpidamente hasta noviembre.