Mientras se espera que hoy, tal como lo anunció el secretario de Hacienda, Ricardo Bonilla, el Distrito vuelva a presentar en el Concejo de Bogotá los proyectos sobre valorización y cupo de endeudamiento, no es menor la expectativa por la propuesta para modificar el Plan de Ordenamiento Territorial (POT).
“El próximo dos de mayo, la administración se compromete a volver a radicar los mismos dos proyectos y a continuar el trabajo que se viene haciendo”, dijo el lunes Bonilla.
Si la derogatoria del cobro de la valorización y la ampliación de cupo de endeudamiento por 4,3 billones de pesos causó tanta polémica en la capital del país, la propuesta de modificar el POT promete ser un debate extenso, en el que se juegan muchos intereses.
Al tiempo que las modificaciones del POT para los próximos diez años será la carta de navegación para el desarrollo urbano de la ciudad, la Veeduría Distrital advirtió que si la administración considera que el POT vigente y el modelo de ciudad que plantea el Plan de Desarrollo Bogotá Humana no son compatibles, estaríamos ante una modificación estructural del POT, y no ante una revisión excepcional como lo plantea la Alcaldía y se requerirían entonces otros tiempos y otros procedimientos.
Ante la propuesta de modificación del POT de la Alcaldía Mayor, la veedora distrital Adriana Córdoba le pidió a la Administración “evaluar qué de lo que necesita la ciudad puede concretarse en el marco del POT vigente, vía decretos y otros instrumentos y qué, por el contrario, requiere su modificación. Pues el POT vigente ya define una ciudad compacta, densa, con perímetro urbano cerrado y definido, integrada a la estructura ecológica, al sector rural y al sistema de ciudades en perspectiva regional, en proceso de redensificación vía renovación urbana, en proceso de superar los riesgos y vulnerabilidad de la ciudad construida y en búsqueda de superar la segregación por medio de la consolidación del sistema de centro y centralidades, que reconoce la mezcla de usos, pero procura la conservación de zonas de vivienda al interior de los barrios y zonas. ¿Cuál es entonces el nuevo modelo de ciudad que se plantea en la reforma propuesta?”.
De igual forma, la Veeduría Distrital pregunta a la Administración si la propuesta de modificación responde a una evaluación de los principales obstáculos que han impedido concretar los objetivos del POT vigente, porque en opinión del ente de control, el POT actual ha permitido obtener logros en reducción de la pobreza y la desigualdad, aumentar la valorización catastral y dinamizar la construcción de vivienda.
La veedora Córdoba le solicitó a la Administración Distrital evaluar objetivamente el impacto que en materia fiscal y de desarrollo urbano y económico tendrá la modificación del POT, teniendo en cuenta que introducir ajustes en el modelo de ciudad pondrá en cuestión todo el andamiaje de normas urbanísticas e instrumentos, lo que dejaría a la ciudad en situación de ambigüedad y transición. Además de no contar con el tiempo suficiente para reajustar toda la estructura de normas urbanas requeridas y aplicarlas antes de terminar el periodo de gobierno. Como consecuencia, se puede generar retraso en el desarrollo urbano de la Capital.
De otro lado, la concejala del Partido Liberal, María Victoria Vargas, sostuvo que “debo advertir que una de las prioridades a debatir está relacionada directamente con el uso del suelo y el tratamiento urbanístico que le ha dado la actual administración a Bogotá, la que ha golpeado drásticamente el desarrollo en la ciudad”.
Denunció la concejala que la administración introdujo hábilmente un artículo al Plan de Desarrollo relacionado con la destinación del suelo modificando el POT en extralimitación de competencias legales.