Domingo, 24 de Abril de 2016
Por Catherine Nieto Morantes
Periodista EL NUEVO SIGLO
Debido a los preocupantes casos de feminicidio que se han presentado recientemente en Bogotá, desde el denominado Monstruo de Monserrate, hasta los procesos por violencia intrafamiliar, EL NUEVO SIGLO conversó con la secretaria Distrital de la Mujer, Cristina Vélez, quien amplió la importancia de hacer justicia con las 11 muertes a manos de Fredy Valencia, pues de no ser así, el hombre podría salir en 4 años.
EL NUEVO SIGLO: ¿En qué se basará la apelación sobre la primera condena a Fredy Valencia, más conocido como el monstruo de Monserrate?
CRISTINA VÉLEZ: Nosotros tenemos una estrategia de justicia de género, en esta estrategia lo que hacemos es que representamos casos en los que creemos que podemos generar algún tipo de incidencia normativa o algún tipo de incidencia en jurisprudencia o podemos como alimentar un posible cambio legislativo y dentro de ese marco nos proponemos representar todos los casos de feminicidio de la ciudad. Por supuesto para nosotros era clave representar a las víctimas de Fredy Valencia y conseguimos la representación de las víctimas no identificadas y poco a poco conseguimos la representación de las familias que se han ido identificando.
La Alcaldía tiene algo que ver con este tema porque dentro de esta lógica una contratista nuestra era la abogada apoderada de la víctima de la primera sentencia que salió, la 1ª de 11 que han aparecido. La sentencia salió por 9,5 años en la que el juez alegó 2 cosas, primero que por la cooperación de Valencia con la justicia, tenía que haber una rebaja de la pena y segundo alegó que por la condición de vulnerabilidad de Fredy por ser habitante de calle, pues también había una posible rebaja de pena. Esto fue después de haber leído un dictamen de Medicina Legal en el que explícitamente decían que Valencia era imputable, ni siquiera era consciente de los hechos y segundo que era un feminicida serial sin ninguna posibilidad de resocialización.
ENS: ¿Cuál es la importancia de esa apelación?
CV: Sabemos que vienen 10 condenas más y esas 10 condenas pueden ser más altas o pueden seguir esta misma línea, sabiendo que es absurdo que sigan esta misma línea, para nosotros es muy importante la apelación bajo una estrategia jurídica y tiene un fondo y es que las víctimas también eran personas en un alto grado de vulnerabilidad, no solamente por el hecho de ser mujer, sino porque también eran habitantes de calle, consumidoras y también estaban en la misma situación vulnerable o peor que Valencia. Además el juez no contempló el agravante estipulado en la Ley 1257 de un asesinato por el hecho de ser mujer, los actos de Fredy Valencia ocurrieron antes de la Ley Rosa Elvira Cely, entonces no los cobija la Ley de feminicidio, pero el juez no consideró el agravante que ya existía que hubiera endurecido la pena muchísimo más. Esos son los 3 frentes en los que se basa nuestra apelación.
Algo que es clave entender es que si las otras 10 condenas siguen esta misma tendencia, por eso es que reitero una vez más la importancia de la apelación, Fredy Valencia podría salir libre en 4 años por buena conducta y por todas las condiciones estipuladas en la Ley de rebaja de penas, entonces eso es gravísimo porque volvemos a la Ley Rosa Elvira Cely. Rosa fue asesinada por un personaje que ya había asesinado mujeres y que ya había estado en la cárcel y que salió por x o y razón, y reincidió en este caso tan brutal que todos conocemos, por eso es absolutamente imperativo evitar este tipo de situaciones.
ENS: ¿Cómo se está trabajando en temas como violencia intrafamiliar?
CV: En Bogotá el año pasado hubo un poco más de 16 mil denuncias de maltrato al interior de la familia y del maltrato contra la mujer, pero digamos que esta es una cifra que representa máximo 1/3 de los hechos que suceden realmente porque las mujeres no necesariamente sienten la confianza institucional para denunciar, entonces yo creo que nuestro gran reto es aumentar ese número de denuncias en la medida de que las mujeres sepan que tienen un respaldo sólido a la hora de denunciar. Que sepan que la invitación a denunciar que hacen las autoridades, que hacen los medios de comunicación, de todas las formas no es vacía sino una invitación que trae un acompañamiento robusto.
ENS: ¿Cuál es la asistencia jurídica a las víctimas?
CV: Bogotá cuenta con asesoría jurídica a través de las casas de igualdad de oportunidades, también con apoyo psicosocial y en ciertos casos incluso con representación jurídica cuando es un caso que creamos que pueda generar algún tipo de incidencia normativa o antecedentes en jurisprudencia. En casos en los que su vida esté en riesgo tenemos esquemas de casas refugio en el que las mujeres pueden ir con sus personas a cargo y ese esquema de atención es de 3 o 4 meses en el que pueden reformular su vida y que es un esquema además que ha tenido unas tasas de éxito altísimas con unos procesos preciosos que hacen que las mujeres reconstruyan sus vidas lejos de la violencia.
ENS: ¿Qué tanto pesa la ausencia de denuncia?
CV: Sabemos que no todas las mujeres víctimas de violencia que buscan nuestra ayuda a través de la línea púrpura o en las casas de igualdad de oportunidades están listas o dispuestas a denunciar, eso es algo que tenemos clarísimo. Idealmente todas las mujeres deberían denunciar y construir unas vidas libres de violencia y tener las oportunidades para dar ese paso, pero estamos conscientes de que no todas están listas para hacerlo y eso no significa que no puedan recibir apoyo, creo que uno no puede obligar a las mujeres a denunciar.
ENS: ¿Cuál puede ser el factor para que una mujer no denuncie?
CV: Hay muchos factores. Hay una tolerancia social institucional muy alta a las violencias, en gran parte de la sociedad eso se entiende como algo normal por ejemplo: ¡ay mija pero si fue con cariñito!, o fue una vez, o pero eso no significa nada y esa normalización de las violencias hace que muchas mujeres incluso se sientan culpables de los hechos. En nuestro mundo ideal se debería saber que no debe haber ningún tipo de violencia contra ninguna persona que sea justificable y que tienen todo el respaldo digamos para salirse de ese ciclo. Si no empezamos a desnormalizar la idea de que la violencia está bien, no vamos a llegar a ninguna parte. Eso implica trabajo directo con las mujeres y compromiso de los medios, además de un ejercicio nuestro de hacer campañas masivas difundiendo este mensaje.
ENS: ¿Qué tan machistas son los bogotanos?
CV: Bueno, yo no tengo un “machistómetro” (risas), me encantaría tenerlo, pero digamos que tenemos unos proxis que nos permite saber qué tan machistas son, por ejemplo los bogotanos hombres realizan un poco menos de la mitad del trabajo no remunerado asociado al cuidado y a las labores domésticas que realizan las mujeres. Entonces las mujeres trabajamos el doble en actividades relacionadas con el cuidado, que no nos pagan y que es lo que comúnmente está llamado la doble jornada, esa es una forma de medir el machismo. En las encuestas que hace ONU-mujeres, con la Consejería para la Equidad, aparecen perlitas, por ejemplo un poco más del 60% de los y las servidores públicos encuestados dicen que no habría violencia si las mujeres ocuparan su lugar, entonces ¿qué significa algo así? Esas son formas que uno tiene de medir el machismo.
Las agresiones contra las mujeres en el transporte público, nos ponen en un deshonroso primer lugar en términos en medios de transporte para mujeres comparado con otros medios del mundo. Tenemos micro-agresiones todo el día, desde el señor que se refriega contra la jovencita en el bus, el exhibicionista que en un momento la gente los considera normales. Si no tenemos un “machistómetro”, sí tenemos formas de mirarlo por otro lado.
ENS: A punto de entrar a su cuarto mes de gestión, ¿cómo recibió la casa?
CV: Recibí una Secretaría muy nueva, tiene 3 años y esos son los 3 años de consolidación, yo recibí un paquete precioso, hay que hacer un montón de ajustes, hay que repensar muchos procesos administrativos a los que no se les prestaba mucha atención por enfocarse en lo misional y creo que afortunadamente son ajustes que son fáciles de hacer. Tenemos 2 frentes de política que son los temas que obsesionan al Alcalde dentro de su idea de crear una Bogotá mejor para todas las personas que es trabajar en la lucha contra el machismo, trabajar en nuevas masculinidades, en nuevas identidades de género y en subir la edad promedio del primer hijo de las bogotanas a 25 años como un indicativo de que las bogotanas están tomando decisiones sobre sus vidas y están cumpliendo sus sueños, entonces ese es el frente de trabajo que viene nuevo.