El subcampeón mundial Sub-17 Uruguay se metió en cuartos de final de Emiratos-2013 al golear 4-2 a Eslovaquia, el martes en Ras Al Khaimah, donde la Celeste volvió a confirmar sus pretensiones de lograr el primer título juvenil de su historia con otro festival de Acosta y Méndez.
El equipo de Fabián Cotio liquidó el pleito con dianas de Leandro Otormín (5, 58), Kevin Méndez (34 de penal) y Franco Acosta (42), en una noche que se le facilitó por los errores garrafales del portero eslovaco Martin Junas, decisivos en las dos primeras conquistas charrúas.
Los europeos descontaron con disparo potente desde fuera del área de Tomas Vestenicky (63), con ayuda de un desvío en el central uruguayo Fabrizio Buschiazzo, y un cabezazo del ingresado Michal Siplak (85), cuando todo ya estaba definido.
El partido "fácil no fue nunca, más allá de que había una ventaja bastante holgada". "Eslovaquia dio muchas ventajas en el fondo y lo aprovechamos con la velocidad de nuestros delanteros", afirmó Coito al término del encuentro para la radio Sport de su país.
"En el segundo tiempo cambió el trámite de juego porque ellos tenían que buscar desesperadamente el descuento. Con tantos goles de ventaja era difícil encarar al cien por ciento el partido, pensando en el desgaste que ya habían realizado los jugadores y en el tema de las tarjetas", agregó.
Ahora, la Celeste enfrentará por un lugar en las semifinales al ganador del choque que sostienen en segundo turno el tricampeón mundial Nigeria e Irán.
Los chicos charrúas volvieron a dar un show de alto vuelo, como en su debut ante Nueva Zelanda (7-0), y las muestras de orgullo y coraje en el agónico empate 1-1 frente al campeón africano Costa de Marfil y la victoria en remontada sobre Italia (2-1) que le dio el liderato del durísimo grupo B.
Eslovaquia, que llegaba como uno de los cuatro mejores terceros tras caer 6-1 con Brasil, igualar 2-2 con Honduras y vencer 2-0 a Emiratos, había sido el último equipo que venció a Uruguay en un amistoso previo al Mundial (2-1), por lo que era un rival para desconfiar, pero la banda charrúa enterró cualquier fantasma.
Para Coito la velada fue redonda, ya que siete de sus jugadores arrastraban una tarjeta amarilla y si veían otra, quedaba fuera de los cuartos, pero eso no sucedió y ahora todos quedan 'limpios' de amonestaciones.
Este martes, los uruguayos enderezaron enseguida el triunfo con una asistencia larga de Marcio Benítez para Otormín, que aprovechó una salida en falso de Junas y empujó la pelota a la red, cuando el partido entraba en un round de estudio.
Junas volvió a jugar a favor de los sudamericanos. Otro pelotazo que fue a buscar Franco Pizzichillo y el portero europeo lo tumbó. Penal indiscutido que pitó el árbitro mexicano Marco Antonio Rodríguez y Méndez lo cambió por gol (34).
"La figura de la cancha fue el equipo. Se dejó todo y pudimos ganar ante un equipo durísimo", dijo Pizzichillo.
Fue el golpe que dejó grogui a los eslovacos, que recibieron el golpe de nocaut con un cabezazo bien de goleador de Acosta, el cuarto para el chico de Fénix en el torneo, luego de un córner.
Sobre el final, Acosta estuvo cerca de festejar por duplicado, con una peinada que salió rozando el poste tras estirada de Junas, quien en la segunda parte otra vez sufrió la noche inspirada de Otormín, metiendo el cuarto con un toque sutil (58).
En la última media hora de juego los uruguayos bajaron las revoluciones y permitieron arrimarse a Eslovquia, que con algún remate de larga distancia o cabezazo permitieron lucirse a Cardozo, salvo en el tiro de Vestenicky (63), el quinto de su cuenta personal, y el testazo de Siplak (85), cuando todos ya sabían que apenas eran goles para las planillas./AFP