Que le pedirá a la Fiscalía que lo investigue, anunció ayer el expresidente Álvaro Uribe a través de su cuenta de Twitter.
Como lo publicó EL NUEVO SIGLO, el exmandarario ya había dicho que jamás se reunió ni se comunicó vía biper con jefes paramilitares.
Uribe se refirió a las aseveraciones del jefe paramilitar extraditado Evert Veloza, alias HH, que desde Estados Unidos dijo que Jacinto Alberto Toro, alias Lucas, hombre de confianza de Carlos Castaño, tenía la misión de coordinar a los políticos, militares y autoridades afines a los paramilitares.
Veloza aseguró que le escuchó repetidamente a Toro que uno de los seis bipers que cargaba era para recibir mensajes de Uribe, entonces Gobernador de Antioquia.
Ayer, Uribe sostuvo que, “por razones de honor, que para mí van más allá de las judiciales, pediré a la Fiscalía, por intermedio de mi abogado, que investigue la totalidad de mis reuniones como gobernador de Antioquia, los desplazamientos oficiales, los pocos viajes particulares, siempre con escolta oficial, todas las comunicaciones, etc. Lo anterior para enfrentar calumnias de bandidos que pensaron que con su poder podían jugar con el país y permanecer en la impunidad”.
De acuerdo con Uribe, las acusaciones tienen el fin de “maltratar mi honra como propósito de su venganza con el Gobierno que los extraditó”.
Un dedo
Santiago Uribe, hermano del ex-Presidente, le dijo al diario El Colombiano, según lo publicó ayer el rotativo antioqueño, que se cortaría “otro dedo” si lo que dicen es cierto.
Para él, la serie de señalamientos, sin pruebas judiciales, que lo vinculan con narcotraficantes, paramilitares y, recientemente, con un complot contra el ministro de Vivienda, Germán Vargas, se deben al hecho de ser el hermano del exmandatario con mayor exposición pública.
Al recordar que cuando su hermano era Gobernador de Antioquia se hablaba de paramilitares en la finca La Carolina, es que expresó: “Me falta un dedo de la mano derecha y me corto el meñique de la izquierda si lo que se dice de mi es cierto. El padre Palacio, de Yarumal, hizo un sermón en el que le reclamó a la guerrilla por el mal que le estaban haciendo al pueblo, que estaban alejando a los dueños de las tierras. Ahí nació todo el mito de Los 12 apóstoles”.
Según él, “el 3 de septiembre de 1996 fui a la Fiscalía a rendir versión. Contesté todas las preguntas que me hicieron, conté lo que pasaba en la región, en la finca y nunca me volvieron a llamar. Todo estuvo quieto hasta el 21 de febrero de 2005 cuando Gustavo Petro hizo el debate en el Congreso y tocó el tema de los paramilitares. Ahí supe que el proceso estuvo abierto de septiembre de 1996 a agosto del 99”.